Membrana de Tambor
Membrana de Tambor

[10] Tambores de cuerto pintado y su relación con la cerámica

Miguel Ángel Silva Esquén

[10] Tambores de cuerto pintado del horizonte medio e intermedio tardío y su relación con la cerámica de los Valles de Huaura y Super, Región Lima

Miguel Ángel Silva Esquén [1]Licenciado en Turismo y Hotelería. Investigador de historia local y regional.

RESUMEN

Objetivo: Identificar, estudiar, conocer y valorar las manifestaciones musicales de los antiguos pobladores de la costa nor central de nuestro actual país. Especialmente los membranófonos. Metodología: enfoque cualitativo, de tipo de nivel exploratorio, descriptivo y explicativo; partió de considerar las manifestaciones musicales del antiguo poblador de la costa nor central. Investigación bibliográfica, hemerográfica y documental en los repositorios públicos y privados del ámbito distrital; levantamiento de fichas de observación de cada una de las piezas de las colecciones arqueológicas, acopio de testimonios. Resultados: las expresiones musicales del antiguo poblador de Supe y Huacho, incorporó elementos relacionados a divinidades, contribuyendo a un proceso permanente de construcción, afirmación y consolidación de su identidad cultural. En consecuencia, considera los aportes de sus antiguos y nuevos pobladores, alimentando también costumbres, prácticas y vivencias. Este proceso continúa en Huacho, y se ve reflejado en la formación de orquestas y grupos musicales. Conclusiones: Los tambores en estudio nos muestran diseños que se han utilizado en los textiles pintados y que también han sido representados en la cerámica, identificando lo religioso y lo ritual en la vida de nuestros antepasados.

PALABRAS  CLAVE:  Tambor,  Huacho,  Supe,  Horizonte  Medio,  Intermedio, Tardío.

Abstract

Objective: To identify, study, know and value the musical manifestations of the ancient inhabitants of the north central coast of our current country. Especially the membranophones. Methodology: qualitative approach, type of exploratory, descriptive  and  explanatory  level;  It  started  from  considering  the  musical manifestations of the ancient settler of the north central coast. Bibliographic, hemerographic and documentary research in public and private repositories of the district level; collection of observation sheets of each of the pieces of the archaeological collections, collection of testimonies. Results: the musical expressions of the ancient inhabitants of Supe and Huacho, incorporated elements related to divinities, contributing to a permanent process of construction, affirmation and consolidation of their cultural identity. Consequently, it considers the contributions of its old and new settlers, also feeding customs, practices and experiences. This process continues in Huacho, and is reflected in the formation of orchestras and musical groups. Conclusions: The drums under study show us designs that have been used in painted textiles and that have also been represented in ceramics, identifying the religious and the ritual in the life of our ancestors.

KEY WORDS: Tambor, Huacho, Supe, Middle Horizon, Late Intermediate.

1.- INTRODUCCIÓN

El uso de instrumentos musicales en nuestra historia, está corroborado desde el pre cerámico, especialmente los aerófonos. Se conoce muy poco del estudio de tambores en nuestro pasado prehispánico especialmente del Horizonte Medio e Intermedio Tardío en la costa norcentral. En cuanto a la ubicación de tambores de cuero pintados, son pocas las representaciones de este tipo encontradas hasta el momento; una de ellas se sitúa en el Museo de Arqueología, Antropología e Historia del Perú (procedente de Huarmey); y en la ciudad de Huacho, afortunadamente se conservan dos ejemplares, que proceden de sitios disturbados. El presente artículo nos muestra detalles de tambores de cuero pintado polícromo sobre una armazón de tablillas atadas, originario del cementerio arqueológico de Caleta Vidal (con ocupación Wari) en el actual distrito de Supe, provincia de Barranca; y otro procedente de sitio arqueológico de los alrededores de la actual ciudad de Huacho, provincia de Huaura. El primero presenta representación de un personaje central, que guarda relación con las telas pintadas, pero a la vez con casi las mismas características en una cerámica. Aduciendo como parte de su cosmovisión y representación artística en tres niveles: cuero, textil y cerámica. El segundo menos complejo en sus diseños, presenta figuras circulares representando al sol, pero comparado al primero, éste es de mayor tamaño, y de afiliación más tardía. La manifestación musical prehispánica se ve reflejada hasta la actualidad, ya que en Huacho existen grupos musicales que participan en diferentes eventos.

2.- OBJETIVO GENERAL Y ESPECÍFICOS

2.1.- Objetivo general: Identificar, estudiar, conocer y valorar las manifestaciones musicales de los antiguos pobladores de la costa nor central de nuestro actual país. Especialmente los membranófonos.

2.2.- Objetivos específicos:

2.2.1.- Relación del uso del tambor de cuero pintado con los textiles y la cerámica existente en los periodos del Horizonte medio e Intermedio Tardío.

2.2.2.- Continuidad del uso de instrumentos musicales hasta la actualidad.

3.- MARCO TEÓRICO

3.1.- ÁREA GEOGRÁFICA

Los tambores se sitúan geográficamente en el departamento de Lima, en dos provincias. La provincia de Barranca (comprende cinco distritos: Paramonga, Pativilca, Barranca, Supe y Supe Puerto) que posee una extensión territorial de 1,335.87 Km2, siendo su capital la ciudad de Barranca, ubicada a 49 m.s.n.m. Supe es el más extenso de los distritos de la provincia con una superficie de 516.28 km2, siendo su capital la villa de Supe, a 45 m.s.n.m.[2]Zubieta 1996:175

La hoya hidrográfica del río Supe, no alcanza los 1,420 km2, por lo que es pequeña, alcanzando sólo 350 Km de zonas lluviosas de las partes altas. Con sus limitados recursos acuíferos riega las pampas de Tutumo, en mayor intensidad hacia la margen derecha que es más cultivada y en la cual se encuentra la CAP San Nicolás. El recorrido de este río es de 100 Km.[3]Arámbulo, 1984: 9

La provincia de Huaura (comprende doce distritos: Ámbar, Caleta Carquín, Checras, Huacho, Hualmay, Huaura, Leoncio Prado, Paccho, Santa Leonor, Santa María, Sayán y Végueta), con su capital la ciudad de Huacho a 30 m.s.n.m., su único río el Huaura nace en el nevado de Raura con una cuenca de 4,300 kms cuadrados,[4]Rosas 1977: 18 recorre el territorio y a lo largo del cauce es donde se concentra el mayor número de sitios arqueológicos.

3.2.- REFERENCIAS HISTÓRICAS

Durante el periodo pre inca, el territorio de las actuales provincias de Barranca y Huaura, estuvieron dominados por los Wari y después bajo el señorío Chancay, posteriormente bajo el dominio de los Chimú. Existe un cerro cercano a la actual ciudad de Supe, al cual se le denomina “Chimu Cápac”, que lleva el nombre de un gobernante chimú. Posteriormente el territorio fue dominado por los Incas. Supe durante el virreinato, mantuvo el nombre de “pueblo de Santa María Magdalena de Supe”. El distrito de Supe fue creado en la época de la independencia. [5]Rosas 1977:119 La toponimia de Supe, hace relación al término Zupai, aduciendo a un ser demoniaco, como hace referencia la extirpación hecha por los sacerdotes agustinos, y publicada en “Relación de idolatrías de Huamachuco”, como se detalla:

Una  de  las  cosas  que  más  espanta,  y  para  que  se  vea  cuando  el demonio ciega hasta qué punto trae a los hombres, el Inga Guainacap, uno  de  los  mayores  hechiceros  que  hubo  en  el  mundo,  sacerdote mayor  del  demonio  Zupai  ,  porque  los  Ingas esta  preminencia  tenían que aunque era rey, era mayor sacerdote. [6]Cachot 2005:22 Sobre el origen del nombre Huacho, hay varias corrientes. En la obra “Toponimia Quechua del Perú” del historiador Max Espinoza Galarza, señala que el vocablo proviene de Huaqcha, que en quechua significa huérfano. Mientras que Mariano Felipe Paz Soldán, indica que, en quechua, significa camellón y en aimara: becoquín o birrete. También provendría del curaca Guachapayco, quien gobernó el valle de Huaura.[7]Rosas 1977: 19-20 Cuando los españoles llegan por primera vez, encuentran a sus pobladores agrupados en ayllus, como: Chaquila (Guachu), Amay, Cuñín, Luriama, Gualmay, Cántac y otros. Siendo cada lugar gobernado por un curaca principal.[8]Rosas 1977-18 La advocación que se le dio al pueblo de Huacho, es la de San Bartolomé, cuya festividad es celebrada cada 24 de agosto.

3.3.- SITIOS ARQUEOLÓGICOS

El sitio en donde fue encontrado el primer tambor en estudio, se ubica en el kilómetro 182 de la carretera Panamericana Norte, acceso a la playa Caleta Vidal, el cual lleva el apellido del prócer de nuestra independencia y dos veces presidente de la República Francisco Vidal Laos (Supe 1800- Lima 1863), considerado como el Primer soldado del Perú. El sitio arqueológico es denominado Cementerio Caleta Vidal, y es reconocido como Patrimonio Cultural de la Nación, mediante RDN Nª 552/INC-2006.[9]Pérez 2018:46

Es un cementerio de considerable extensión, el cual ha sido profanado, y de cuyas evidencias de cerámica en superficie nos muestra fragmentos de origen Wari y Chancay. En la actualidad, no se han realizado investigaciones arqueológicas, pero si es protegido por la población ante probables invasiones y huaqueo. En lo que respecta a Huacho, con el transcurrir de los años y el crecimiento de la ciudad fue perdiendo algunos sitios arqueológicos, el más cercano actualmente está ubicado al lado Este de la ciudad, denominado Cerro Colorado o también Tambo de Huaura, el cual ha procedido en los últimos años a un rescate arqueológico dirigido por el arqueólogo Pieter Van Dalen Luna. Presenta paredones y un cementerio extenso. Lo mismo ocurrió al edificarse la plaza principal de la zona de San José de Manzanares, que es una franja a continuación del cementerio de Cerro Colorado por cerros contiguos, aquí se logró un rescate a cargo del arqueólogo Martín Córdova Herrera, material que se conserva aún por estudio en el Museo de arqueología de la Universidad José Faustino Sánchez Carrión.[10]Córdova 2003:1-4

3.4.-   INSTRUMENTOS   MUSICALES   PREHISPÁNICOS   EN   LA  COSTA CENTRAL

Desde épocas inmemoriales el antiguo poblador del valle de Supe ha desarrollado formas de generar sonidos, muestra de ello son las 32 flautas traversas hechas con hueso de ala de pelícano, encontradas en la esquina suroeste del Anfiteatro, correspondiente al periodo arcaico tardío, en la zona monumental de Caral, en el valle de Supe. Éstas presentan diseños de la figura de un mono en actitud de saltar, aves, felino, serpientes con rostro de aves y figuras antropomorfas.[11]Shady 2003:291

El arqueólogo Víctor Falcón Huayta, ha realizado un análisis de un tambor de cuero pintado polícromo, que procede del valle de Huarmey, y que se encuentra en el Museo de Arqueología, Antropología e Historia del Perú, indicando que fue adquirido por Julio César Tello Rojas, en uno de sus viajes hacia ese valle. Este tambor ha sido restaurado por la arqueóloga Rosa Martínez Navarro, y se ha realizado una propuesta reconstructiva que ha identificado en la membrana principal a un personaje central portando unos báculos en ambas manos.[12]Falcón, Navarro 2009:19

A la relación anterior, se añade de otros que recuperamos de antiguos sitios huachanos, que evidencian la profunda trayectoria musical prehispánica en Huacho y alrededores. Destacan entre esos instrumentos, los aerófonos, membranófonos e idiófonos, aunque no debieron ser los únicos, si reparamos en que la sociedad regional alcanzó niveles complejos de carácter estatal. Tenemos así, quenas, zampoñas y silbatos, hechos de cañas, cerámica o hueso; tambores elaborados de piel y madera y sonajas de mate o cerámica. Del primer y último tipo, debieron también fabricarlos de metal, como los hicieron grupos sociales contemporáneos. La decoración no estuvo ausente en algunos objetos y como ejemplo citamos que hay tambores polícromos con diseños geométricos o quenas con incisiones y escarificaciones como una que llama la atención por tener una escena pirograbada en que un ave aparece en actitud de coger peces. [13]Ruiz 1991: 4

Según la clasificación realizada por los musicólogos Curt Sachs y Erich Mortz von Hornbostel, dada en 1914 y publicada en 1961, y de acuerdo al instrumento musical, estos los clasifica en: idiófonos (sonido mediante raspado o sacudidos), aerófonos (utilizan el aire como fuente de sonido), membranófonos (sonido mediante una o dos membranas) y cordófonos (usan una o varias cuerdas). Esta clasificación nos permite identificar que en el periodo prehispánico se emplearon las tres primeras mencionadas, excepto los cordófonos.

Para el presente trabajo, dentro de los membranófonos, están los llamados comúnmente bombos o tambores, y cuyas membranas son de cuero de animal. “Los materiales que se empleaban para curtir ocasionaban algunos efectos que alteraban el color natural del cuero; como el aceite, que dejaba un color amarillento; el alumbre, un color grisáceo; y el ácido, como la orina, blanco. De estos, los más empleados eran la grasa y la orina”.[14]Miranda 2017:19

3.5.- TEXTILES PINTADOS DE LOS VALLES DE SUPE Y HUAURA

Una característica dentro del periodo Wari, en el cementerio de Caleta Vidal y en el sitio arqueológico de Chimu Cápac, es la elaboración de textiles pintados. Estos son diseñados en gran número con las representaciones de un personaje central (ser antropomorfo), el  cual posee un tocado en forma de media luna o de plumas; sobre dicho personaje se ve representada una serpiente bicéfala, símbolo de la lluvia (Cachot 2005:41). Asimismo, pueden acompañar a este personaje aves, mamíferos o peces, como círculos que representan gotas de lluvia. Los colores utilizados son de tintes naturales, resaltando el rojo, amarillo, marrón y negro. Los tamaños son variados, y la tela, no es muy tupida. Esta tradición textil continuó por los tejedores Chancay, pero primando colores más de tenues, como el marrón, negro y beige.

La presencia de textiles pintados  en el valle de Huaura, no es muy marcado, si existen evidencias de esta manifestación cultural correspondiente al Horizonte Medio e Intermedio Tardío.

Las telas pintadas son obras en las que mediante el dibujo expresaron varios aspectos de su pensamiento tal vez con mayor libertad. Se aprecian verdaderas escenas en la que se combinan figuras de personajes antropomorfos con motivo central rodeado de varias figuras de animales, plantas y diseños geométricos.[15]Ruiz 2015:66-71

4.- METODOLOGÍA: enfoque cualitativo, de tipo de nivel exploratorio, descriptivo y explicativo; partió de considerar las manifestaciones musicales del antiguo poblador de la costa nor central. Investigación bibliográfica, hemerográfica y documental en los repositorios públicos y privados del ámbito distrital; levantamiento de fichas de observación de cada una de las piezas de las colecciones arqueológicas, acopio de testimonios.

5.- RESULTADOS

5.1.- TAMBOR DE CUERO PINTADO DEL CEMENTERIO CALETA VIDAL Procedencia  y  contexto:  El  tambor,  fue  encontrado  producto  del

huaqueo, en el cementerio de Caleta Vidal, distrito de Supe, provincia de Barranca, Región Lima. Dicho instrumento estaba rodeado con hojas de pacae, alrededor también había fragmentos de textiles y cerámica, ausencia de cuerpo humano o animal, esto ha permitido que este bien conservado. El tambor, pertenece a una colección privada y ha sido registrado ante el Ministerio de Cultura, con el código de registro Nacional Nª 0000192618.

Descripción: El instrumento tiene un diámetro promedio de 26 cm, la caja de resonancia una altura de16 cm de alto y la trayectoria de su circunferencia es de 85 cm. El peso es de 700 gramos.

El análisis e informe realizado por la arqueóloga Rosa Martínez Navarro, ha permitido conocer sobre su composición como se detalla:

Manufactura: Ensamblado con estructura de cañas alineadas. Tipo de material: Compuesto (piel, madera y cabello) Acabado: Rugoso y áspero.

Decoración: Polícroma.

Diseños: Antropomorfos y zoomorfos mitológicos, geométricos. Colores: Crema, naranja, rojo, amarillo, marrón y blanco.

Otros materiales de constitución: tallo de planta, resinas y pigmentos minerales para decoración.

Observaciones: Presencia de adherencias vegetales (choclo).

Foto 1: Tambor, membrana policroma, sin intervención. Nótese rotura en parte inferior derecho.

Foto2:  Caja  de  resonancia  del  tambor,  sin intervención. Nótese daño por xilófagos.

Iconografía: Para determinar su iconografía, y una mejor explicación de la misma, ésta se ha dividido en dos partes:

A.- Membrana de cuero de percusión horizontal:

Es  la  más  importante  y  vistosa.  Tiene la representación  de  un  ser antropomorfo de posición frontal. En la cabeza posee un tocado que tienen representaciones circulares en color negro y rojo, indicando gotas de lluvia, debajo una franja que muestra siete triángulos en color negro y dentro de ellos igualmente triángulos en color rojo (excepto el primero de la izquierda),  en  cuya  parte  central  lleva un  punto del  mismo  color. Destaca el rostro del personaje, con los ojos bien abiertos, nariz trapezoidal y boca rectangular (todos delineados en color negro), el rostro aparece pintado de rojo, lo que demuestra la importancia del personaje. A cada lado del rostro existe una orejera delineada en color negro, en el interior de la misma un circulo con cuatro puntos de color negro, alrededor de éste se ubican círculos (seis en cada orejera) en colores rojo y negro (tres rojos y tres negros) en forma consecutiva el del lado izquierdo y el derecho no; se vuelve a notar los círculos que representan a las gotas de lluvia. El personaje muestra torso descubierto, con los brazos flexionados y las manos abiertas en forma lineal, mostrando solo tres dedos. En la cintura, lo que puede indicarse como una faja con decoración triangular delineada en color negro, y a cada lado del borde de la faja el rostro de un ser mitológico de perfil con el rostro pintado de color rojo, presenta oreja, ojo y dientes (¿felino o zorro?). En la parte inferior se muestra la pelvis (desnuda, sin muestra de genital), así como las piernas y pies de perfil.

La superficie de esta membrana, no muestra huella de haber sido golpeada o usada como instrumento, lo que propiciaría la propuesta de un uso ritual. Solo presenta una pequeña rotura en la parte inferior.

Figura 1: Diseño polícromo de la membrana del tambor (Elaboración del autor).

B.- Caja de resonancia:

Nos muestra formas geométricas, destacando figuras triangulares (seis) las que en total forman 12 triángulos (seis superiores y seis inferiores), en el interior de cada triángulo, se vuelven a representar las gotas de lluvia, estos en colores blanco, rojo y negro. En la representación gráfica, se observa hacia el lado izquierdo el primer triángulo muestra tres círculos (uno rojo y dos negros) y en la parte central baja se ubica una tira de cuero que permite el uso para el transporte del tambor (marcado en el gráfico con líneas punteadas). En total son 42 formas circulares, de los cuales en seis divisiones triangulares existen símbolos de tres círculos (predominando dos negros y uno rojo), las otras seis divisiones triangulares  se  presentan  en  su interior  con  cuatro representaciones circulares (dos de color negros, uno en la parte central de color blanco y en la parte del vértice uno en color rojo). Estas imágenes de forma circular, también son representadas en textiles y cerámica, característicos en el horizonte medio.

Figura 2: Diseño polícromo de la caja de resonancia (Elaboración del autor).

Hay que resaltar que el tambor no presenta membrana B (parte baja), lo que indica que el tambor no fue para uso, sino para ritual. La ausencia de la membrana permite observar el interior del tambor, en cuya armazón nos muestra que está compuesto por tablillas y maderas cónicas en buen estado de conservación. Lo conforman 46 tablillas, que arman la caja de resonancia, a estos van unidos 42 astillas de maderas cónicas en la parte alta y 45 en la baja.

Foto 3: Vista del interior del tambor, nótese las tablillas amarradas y sobresalen las astillas de maderas cónicas.

Conservación y restauración: La conservación se realizó a propuesta del arqueólogo Víctor Falcón Huayta, quien ha venido estudiando tambores prehispánicos hace algunos años, y sugirió la rehidratación del cuero. Por lo que brindó el contacto con la arqueóloga Rosa Julia Martínez Navarro, quién inició el proceso de restauración el 26 de noviembre de 2014 y concluye el 28 de diciembre del mismo año, quien brindó el siguiente informe:

Afectaciones físicas:

– Intrínsecas: Manufactura de cuero encogido y comprimido. Porcentaje de faltantes: 25% aproximadamente. Ausencia de membrana de cuero de percusión horizontal, y 5% de ausencia de fragmentos en membrana horizontal decorada.

–    Extrínsecas: Tratamientos con injertos de cuero en bordes.

Afectaciones químicas:

–    Agua: manchas marrones superficiales en superficie decorada.

–    Contaminantes atmosféricos: Polución, manchas blanquecinas.

Afectaciones biológicas:

–    Insectos: termitas, perforaciones en madera y cuero 40 %.

Tratamiento propuesto:

– Se determinó realizar limpieza de agentes patógenos para estabilización estructural. Erradicación de contaminantes diversos por limpieza mecánica y cámara de fumigación con anoxia.

–    Reintegración estructural e soporte estructural.

–    Restitución de membrana inferior y de pequeños faltantes.

–    Reintegración del color.

Tratamiento realizado:

–    Fumigación por anoxia y empleo de material fúngico.

– Consolidación estructural superficial de partes afectadas por xilófagos aplicando resinas sintéticas.

–    Restitución de color en partes afectadas.

–    Secado a temperatura de ambiente.

Foto 4: Arqueóloga Rosa Martínez Navarro, quien intervino el tambor polícromo.

5.2.- TAMBOR DE CUERO PINTADO DE HUACHO

Procedencia y contexto: El tambor, fue encontrado producto del huaqueo, en algún cementerio de los alrededores de la ciudad de Huacho, provincia de Huaura, Región Lima. Pertenece a la colección del Museo de Arqueología de la  Universidad José Faustino  Sánchez Carrión,  y se encuentra en exhibición.

Foto 5: Muestra tambor expuesto en el Museo de la Universidad José Faustino Sánchez Carrión

Descripción: El instrumento presenta decoración pintada de lo que probablemente sea el astro solar, en la parte central de cada membrana, y rodeada por otros ocho medios soles. Resalta los colores en rojo y negro. La caja de resonancia de la misma manera presenta representado por las características al astro rey. De forma circular en color rojo y negro, así como rayos en color rojo.

Figura 3: Diseño de una membrana (con rotura) con diseños polícromos pintados (elaboración del autor).

5.3.- CERÁMICAS RELACIONADAS A LOS TAMBORES

Se han identificado algunas muestras de cerámica en forma de tambor que corresponden al horizonte medio y al intermedio tardío, de los valles de Chancay, Huaura y Supe. Como muestra observamos (foto 6) una cerámica de estilo Chancay (blanco y negro) en forma de tambor, con diseño de olas y figuras geométricas en la membrana en color negro y de fondo en color blanco. Procede del valle de Huaura. Colección privada.

Foto 6. Cerámica en forma de tambor.     
Foto 7: Cerámica en forma de tambor con personaje.

Otra cerámica (foto 7), procedente del valle de Chancay, sitio arqueológico de Laure, perteneciente al estilo tricolor Chancay, con diseños semicirculares en la membrana y figuras triangulares en la caja de  resonancia, y  sobresale el  gollete  con el  rostro  de un personaje antropomorfo en la cual es notorio el rostro pintado, con ojos nariz y boca. Colección Museo arqueológico de Huaral (Retes).

La siguiente cerámica que guarda mucha similitud al tambor de cuero polícromo, procede del cementerio de Caleta Vidal, de colección privada, el cual detallamos.

Descripción: La cerámica tiene una altura de 16 cms, ancho de 12 cms., espesor 11 cms, diámetro mayor 41 cms, diámetro menor 20 cms y peso de 850 gramos. (Foto 8) Es de forma de tambor, en color ladrillo bajo, como fondo, presenta iconografía plasmada en el cuerpo del cántaro (un lado dañado), sobre el cuerpo presenta dos asas pequeñas, unidas al cuello del mismo, la boca es ancha, con pequeña decoración de figuras geométricas dañadas por el tiempo. La confección es de pasta gruesa. El delineado de los diseños es en color negro con fondo blanco.

Foto 8: Cerámica, vista mejor conservada.             
Foto 9: Vista posterior, con diseños dañados.

Iconografía: El diseño más representativo, es la del cuerpo del cántaro, plasmado en ambos lados (uno está dañado, pero es el mismo diseño), éste está delineado en color negro, con las figuras en color blanco. Muestra en la parte central a un personaje sin tocado, con el rostro de forma triangular invertido, con ojos en forma romboide y nariz saliendo en una línea gruesa en negro de la cabeza, este presenta una boca sonriente mostrando la dentadura representada por puntos negros. Los brazos flexionados con las manos hacia arriba (solo tiene tres dedos), el cuerpo desnudo sin mostrar genital, los pies de perfil. Todo el personaje es de color blanco. Sobre la cabeza rodeando al personaje hay representaciones ovaladas, probables representaciones de gotas de lluvia, y sobre ellas, la presencia de la serpiente bicéfala, que muestra rostro con ojos y boca. Del cuerpo de la serpiente salen líneas, que es la representación de las astillas de maderas que hacen el armazón del tambor (Figura 4).

Figura 4: Diseño de la cerámica, las líneas punteadas corresponden al dibujo que se encuentra en la caja de resonancia.  (elaboración del autor).

Otra representación, se muestra en solo un lado de la parte lateral del cántaro (considerarse como  caja  de  resonancia),  es  presentado  una especie de pez (Figura 5), todo en color negro con boca entre abierta y dentada, con dos ojos y el cuerpo en tres triángulos de los cuales salen líneas en color negro.

Figura 5: Diseño de la caja de resonancia con pez dentado (elaboración del autor).

6.- CONCLUSIONES

El antiguo poblador de la costa central durante el periodo del horizonte medio (300 a 900 d.C.) y el intermedio tardío (1200 a 1400 d.C.), ha realizado manifestaciones de su arte, a través de textiles y cerámica. Si comparamos los diseños de las telas pintadas con las plasmadas en la cerámica vemos que algunas representaciones son similares, pero éstas a su vez figuran en tambores, como son los encontrados en Huarmey, Caleta Vidal y Huacho. Situación que no es masiva, y que, por lo bien conservado de las membranas de cuero, éstos no fueron utilizados en vida como un instrumento normal, sino que éstos fueron para rituales o como acompañamiento de algún personaje importante en su otra vida. Existieron  tambores  y  tinyas  (tamborcillo), sin  ningún  diseño  en  sus membranas, que fueron usados como un instrumento musical de uso cotidiano.

Es notorio que ha primado el plasmar un personaje central, como símbolo de religiosidad y poder, pero siempre presente una serpiente bicéfala o gotas de lluvia, claro ejemplo de la importancia del agua para sus antiguos pobladores.

La interrogante surge ¿Por qué realizaron tambores de cuero polícromos y también en cerámica?, probablemente desde el punto ritual o religioso, la importancia de la música no solo fue en vida, sino de la misma manera después de la muerte, permitiendo plasmar diseños relacionados a dioses vinculados al agua o a la tierra, ¿tal vez alguna imploración a dichos dioses, utilizando la música? Probable es que la música también sea sagrada para ellos y que haya permitido comunicarse o complacer a sus divinidades, ante la necesidad de agua (lluvia) para la alimentación de sus tierras y a la vez obtener buenas cosechas para alimentación de la población.

Desde el punto de vista artístico, se sigue el patrón marcado en los textiles y en la cerámica, mantener un delineado en color negro y complementar el interior con colores propios de los Wari. Desde la composición de los tambores, se mantiene la confección a través de tablillas y astillas de madera, ¿tal vez alguna implicancia con el sonido?, solo estudio de musicólogos permitirá descifrar la interrogante. Tal vez con el tiempo, se puedan ubicar en depósitos de museos, otras muestras de tambores, que permitan corroborar conclusiones, que nos muestre la vida cotidiana de esta antigua civilización. Asimismo, hay que resaltar que la ciudad de Huacho es tierra de músicos, y la manifestación musical no solo se dio en el periodo prehispánico, esto continuó durante el virreinato, esto es demostrado con el sacerdote José de Orejón y Aparicio que nació en el otrora pueblo de San Bartolomé de Huacho, considerado un representante de la música barroca.

Existe una publicación de un extranjero que visitó la ciudad de Huacho, y que en sus cuartetas dice lo siguiente:

Verás que con grande orquesta

Al panteón llevan al muerto, Y en un rato, en un momento Mandan celebrar su fiesta….

…Verás en cujas pasar De la iglesia al cementerio, Al que murió sin remedio

Y llevan a celebrar…

Esto fue publicado en 1858, por Andrés Terraya, y hace alusión a los entierros utilizando banda de músicos, costumbre que hasta la actualidad se realizan en Huacho y alrededores. ¿Será la continuación de una tradición de los antiguos pobladores prehispánicos de estos pueblos?

Asimismo, en la primera mitad del siglo XX (1932), se funda en Huacho “La Lira Huachana”, institución que agrupó a diferentes músicos de la zona y que tuvo vigencia hasta 1966.

7.-REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Referencias

Referencias
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8 Rosas 1977-18
9 Pérez 2018:46
10 Córdova 2003:1-4
11 Shady 2003:291
12 Falcón, Navarro 2009:19
13 Ruiz 1991: 4
14 Miranda 2017:19
15 Ruiz 2015:66-71

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Sonus litterarum, la literatura del sonido, acerca los textos y contenidos sonoros y académicos al rededor  de le música, entendimiento y estudio.

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