María Joao Pires
María Joao Pires

Centro de las artes de Belgais: un lugar para la música y la espiritualidad

Ana Gabriela Fernández

(A Mario)

                                        ¿ De dónde vienes?

                                                                                     A donde vas

                                 ¿A dónde voy?

                                                                                                                   De donde vengo ¿A Dónde vas?

                                                                                                                                                                                                 De donde vienes

                                                                                                                                                    ¿De dónde vengo?

                                                                                                                                                                                                                  A donde voy

 Octavio Paz

A dos horas y media de Lisboa se encuentra Castelo Branco, una pequeña ciudad que media veinticinco kilómetros de la Quinta de Belgais, residencia en la que la eminente intérprete María Joao Pires decidió hacer su refugio educativo para los pianistas que ella escoge de todas las partes del mundo. Artistas jóvenes, siempre con innumerables preguntas, que muchas veces no obtienen respuestas en el contexto académico y convencional de los conservatorios y las universidades.

He tenido la enorme fortuna de ser la única pianista latinoamericana que hasta el día de hoy ha formado parte de este proyecto donde se comulgan la música y espiritualidad, y en el que la primicia es crear una fuerte conexión con el instrumento a través de los sonidos. Por mi parte la concordancia con María fue inmediata y en todos los sentidos, comenzando por la comunicación en lenguas romances, lo musical y el orden político…, aspecto este último en el que además de las ideas, compartíamos circunstancias similares en nuestras respectivas historias de vida. Creo que es importante subrayar, que Portugal vivió una de las dictaduras más largas de Europa occidental del siglo XX, durante un período de cuarenta y ocho años entre 1933 y 1974. Las huellas de estas vivencias pude notarlas y reconocerlas de inmediato en los lugares, las personas y sus miradas…, siendo María un claro reflejo de ello. Su manera de entender la vida y la música es única y va de la mano de estas experiencias.

Ni en mis más fantasiosos sueños siendo niña imaginé que pudiera relacionarme algún día con esta gran pianista, que escuchaba y admiraba en pequeñas grabaciones y unos pocos videos de internet. Estaban en una memoria flash traída por mi madre de un viaje de trabajo a  España, pues en Cuba no hubo acceso al ciberespacio hasta hace muy pocos años. Tampoco tuve los discos de los grandes pianistas internacionales ya que no eran comercializados en mi país, ni estos artistas realizaban conciertos en la Isla. 

Una de las conclusiones a las que llegué tras mi estancia en Belgais es que los grandes pianistas tienen una relación muy fuerte con sus cuerpos físicos. Cuando María me comentaba -y cito-, “… la técnica no existe”, a esto se refería. El instrumento y el cuerpo no son elementos separados y distantes, sino constituyen una unidad indisoluble. Además decía todo el tiempo, “la vida es maravillosa, pero también hay mucho sufrimiento….quizás la música es como la vida…”, una idea que considero cercana a la realidad en numerosas ocasiones. Así mismo corroboré el criterio de que para la música no existen límites…., este arte nos envuelve pues procede de lo inconsciente e inaccesible. Sobre esto María y yo conversábamos mucho, pues aunque nos reconocíamos la una en la otra por muchas vivencias similares, nuestras aproximaciones se acrecentaron con la música. Me sentí muy unida a esta gran artista en todo momento. Entre ambas se concertaron vínculos en múltiples direcciones de ida y vuelta, procedencia y destino. 

María es una persona tan cálida y humana que hasta hacer un jugo de naranja con ella en las mañanas, o salir a caminar a su lado al caer la tarde son actos naturales. Su generosidad no tiene límites. Su mente está abierta a todo tipo de pensamientos y reflexiones; ávida de escuchar a las nuevas generaciones y dar consejos a cualquiera que los necesite. Todas estas singularidades se reflejan también en sus enseñanzas y la música que interpreta.

Por añadir solo un poco más sobre su naturaleza, debo apuntar que María es una de las personas más sabias que he conocido. Los originales enfoques con los que me trabajó diversas obras de Chopin y Beethoven dejaron huellas indelebles en la manera con la que, al día de hoy, me aproximo a cada pieza de mi repertorio. Amor y gratitud es lo que mi corazón siente en estos momentos hacia ella. Gracias María por ser parte de mi vida.

  1. Es sorprendente tu carrera artística, tienes mucho que dar, y más con todas esas grandes figuras con las que te has formado. Tu talento es grandioso. Y agrego que tú forma de escribir y expresarte es muy elocuente. Felicidades Ana

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