Despedimos a George Crumb, uno de los grandes compositores de la segunda mitad del siglo XX

El 6 de febrero falleció a los 92 años Geroge Crumb, compositor norteamericano nacido en Charleston en 1929.

Poeta musical, su obra está centrada en la exploración sonora. El empleo de técnicas extendidas fue para él fundamental en la creación de sus mundos acústicos inéditos. Vox balaenae de 1971, –la voz de la ballena–, es un inolvidable ejemplo, Black Angels para cuarteto de cuerdas (1971), una especie de requiem inspirado por el horror de las guerras –principalmente la de Vietnam–; Ancient voices for children (1970) basado en textos de Federico García Lorca, autor a quien recurrió en numerosas ocasiones. Sus cuatro libros para piano: Makrokosmos –cuyo título hace alusión al Mikrokosmos de Béla Bartók, uno de sus compositores favoritos– para piano amplificado forman parte del repertorio pianístico mundial.

Además del valor indudable de su música, la grafía de Crumb marcó un hito en la escritura musical del siglo XX. Sus partituras son verdaderas obras de arte en sí mismas.

Descanse en paz George Crumb.

Vox Balaenae
  1. ¡Que buena iniciativa!. Felicidades y larga vida!.

    Es necesario que el arte en su conjunto sea desterritorializado como una herramienta de liberación para el ser humano moderno; aportándole una exploración abierta de la realidad en continua ruptura de modelos y de esquemas impuestos por el capitalismo desenfrenado, en la apropiación de un discurso más basto: una posibilidad de salvación, la vía hacia una reconquista de su autonomía y su creatividad a múltiples niveles, desde la percepción, la libre acción y la inteligencia.

    Salvador Torré

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