Sofiya Asgátovna Gubaidúlina -Sofía Gubaidulina- (Chístopol, Tartaristán, 24 de octubre de 1931-13 de marzo de 2025), una de las compositoras más importantes de nuestro tiempo, falleció el 13 de marzo a los 93 años de edad en Appen, Alemania. Fue acreedora de múltiples premios a nivel internacional y su música ha sido estrenada por intérpretes y directores de la talla de Simon Rattle, Anne-Sophie Mutter, Gustavo Dudamel, Kent Nagano o el Kronos Quartet. Con un carácter profundamente espiritual, pero siempre aventurada, su música posee una calidad innegable que requiere un alto grado de concentración para ser ejecutada.
Con más de 100 obras de diferente formato en su catálogo composicional, la música de Gubaidulina se caracteriza, entre otras cosas, por una compleja exploración tímbrica y armónica que logra a través de la incorporación de elementos de la música folclórica rusa, como sus instrumentos y afinaciones.
Fue precisamente el uso de afinaciones alternativas y de la politonalidad, algo que la acompañó toda su vida, lo que le valió ser incluida , por el jefe de la Unión de Compositores, en una lista negra de sospechosos y ser acosada por la KGB. Junto con Arvo Pärt y Alfred Schnittke, fue alumna de Dimitri Shostakovich, quien siempre la alentó a continuar por su “camino erróneo” después de que su música fuera calificada como “irresponsable” por parte de las autoridades rusas.
En 1975 fundó, junto con Viktor Suslin y Vyacheslav Artyomov, el Ensamble Astreia, un grupo dedicado a explorar el folclor de Asia Central, combinando tradición y vanguardia.
Es autora de reconocidas obras como La Pasión según San Juan, La Pascua según San Juan, o su famoso Concierto para violín y orquesta “Offertorium”, interpretado en numerosas ocasiones por Gidon Kremer, obra que le otorgó gran reconocimiento a nivel mundial. El gran legado de Gubaidulina es de una variedad inmensa, pues transita por obras en una amplia multiplicidad de formatos que van desde obras solistas, música electrónica, ensambles con atrevidas combinaciones instrumentales, incorporación de instrumentos étnicos, hasta un concierto para dos orquestas.Hoy Sofía Gubaidulina se dirige hacia la luz del fin, nos abandona en cuerpo, pero seguirá presente eternamente a través de su música, como un ser vivente non-vivente.