Sensacionalidad de un estreno mexicano

Ricardo Rozental

Gabriela Ortiz
Gabriela Ortiz

A propósito de «Fractalis para piano y orquesta» de Gabriela Ortiz
estrenada en la Sala Nezahualcóyotl de la UNAM en CDMX el 26 de noviembre de 2022.
Ana Gabriela Fernández, piano; OFUNAM dirigida por Ronald Zollmann.

No quería escribir un concierto de piano en el sentido de una pieza virtuosa, con todos los elementos llamativos que tiene un concierto. Yo quería algo en el que el piano fuera la parte integral más importante de toda la sonoridad y de la estructura.
Julián Orbón [1]Citado por Gemma Salas Villar en La confluencia de dos culturas en la música de Julián Orbón, Cuadernos de Música Iberoamericana. Volumen 6, 1998, Pág 30

La sala jala. Primer movimiento. Allegro giusto.

Una obra es tan buena como la impresión que logre producir su estreno. Al menos para quienes estuvieron allí. Así que para quienes componen es crucial que el estreno sea lo mejor posible. Esto porque —en retrospectiva— estaría bien suponer que quien escribió la obra hizo lo mejor que era posible, que su trabajo fue concienzudo, que fue suficientemente crítico de su proceso personal, que —para el caso de las piezas para instrumento solista— aún si hubiera creído bastarse con su conocimiento de las posibilidades instrumentales, acudió a alguien para hacerle consultas, ver si sus ideas eran, de hecho, técnicamente posibles, no nada más porque se pudieran tocar sin que fuera menester haber venido al mundo con piezas anatómicas adicionales, si no también porque en el juego con la orquesta el instrumento pueda escucharse, que no resulte tapado por la potencia del grupo, o que al realizar la armonía de la obra no desaparezca lo que se quiere resaltar, esto es, al instrumento solista. Porque, para qué tener solista que no logra hacerse escuchar cuando la arquitectura de la pieza no lo permite. Luego vendrán las personas encargadas de hacer el estreno. Nuevamente habrá que suponer que estudiaron sus partes o la totalidad si se trata de quien dirija. Y, en fin, llega el estreno.

El estreno absoluto de «Fractalis» ocurrió bajo la dirección de la brasileña Simone Menezes [2]Menezes dirigió la OFUNAM el 11 y 12 de julio de 2022 cuando todavía se aplicaban restricciones debidas a la pandemia como que el aforo estaba limitado al 60% de la capacidad de la sala Nezahualcóyotl. Dirigió el estreno mexicano de «Bonecos» de Olinda de Clarice … Leer más , a cargo de la orquesta que comisionó la obra, la National de Bretagne con Simon Ghraichy, a quien muchas personas conocen en México, ya sea porque es mexicano libanés radicado en Francia, o por sus grabaciones para Deutsche Grammophon, entre otros motivos. Habrá quien asistió al estreno mexicano de «Fractalis» después de ver la grabación del estreno francés [3]https://www.youtube.com/watch?v=nIqK2FYHN7Q. En ese caso cabría preguntarse si el estreno en vivo habría sido realmente un estreno para quien hubiera visto la primera interpretación de Francia y si ese referente ya bastaría para dejar una marca sobre la valoración de la obra. Con todo y que las condiciones acústicas, las sociales y ambientales de un concierto en vivo son del todo una experiencia sensorial distinta y de mayor complejidad.

Yo estaba entre un grupo del público que fue al estreno méxicano sin haber acudido antes al video así que, para usar el título de la ópera de Gabriela Ortiz, ese concierto sería «Únicamente la verdad».

El paso de la solista Ana Gabriela Fernández se vio firme y seguro en el escenario. Ella es cubana, realizó estudios en La Habana hasta trasladarse a la CDMX para continuarlos en la UNAM donde ha obtenido sus títulos de Maestría y Doctorado. El director, Ronald Zollmann, parecía mostrar un paso con alguna molestia para desplazarse. Como todo está dispuesto para resaltar el ingreso del director, es inevitable notar algo llamativo. Comenzó «Fractalis» y tuve la impresión de que Zollmann mantenía los brazos bastante bajos. Podría ser su estilo personal, claro, pero la obra avanzaba y parecía cansado, o quizás no encontraba la energía para hacer un esfuerzo físico más visible o, tal vez, que le estuviera comunicando a la orquesta la energía que le parecía adecuada para la obra.

La motivación decisiva para acudir a ese concierto fue el estreno de la obra de Gabriela Ortiz. Se estrenan pocas obras grandes de mujeres mexicanas comparadas con el número de piezas breves. Y un concierto para piano y orquesta es un reto mayor en un país, vaya, en una región como Latinoamérica que cuenta con pocos conciertos para piano.

En nuestro grupo no quedamos muy entusiasmados con la obra. Era el mismo grupo con el que, algunos meses antes, habíamos ido a ver a Ana Gabriela Fernández en un recital en el auditorio Blas Galindo del CENART. Ella nos hizo sentir muy a gusto. Comentamos largamente y con entusiasmo su participación en el concierto final del Festival En blanco y negro que organiza Juan Arturo Brennan. Allí presentó un programa con obras de Mario Lavista entre las que estaba «Simurg» que es quizás la pieza más destacada de toda la producción para piano del compositor, además de los doce «Estudios» de Debussy que, al parecer, en México no se habían tocado completos en un solo recital  hasta esta ocasión de octubre de 2022. Todas las obras en el programa demandaron de Fernández una elevada destreza técnica vertida en afectividad. Nos pareció que logró ambas cosas  y por eso seguimos hablando del concierto en las horas y los días que le siguieron.

Al estreno de «Fractalis» le siguió en el programa de la OFUNAM una «Cuarta sinfonía» de Brahms que se sintió lenta, pesada y con poca energía. Y ahí quedó sembrada alguna duda sobre la dirección que Zollmann hizo de «Fractalis». ¿Sería posible que así como percibimos la de Brahms, el concierto de Ortiz se hubiera ejecutado con menos brío del que es posible y quizás deseable? La fusión armónica del piano que ocurrió en ocasiones con otros instrumentos al punto de que se disolvieran las notas del instrumento solista tanto que no era posible distinguirlo de otros en la orquesta, ¿sería debida a la composición de Ortiz y su manejo de la escritura pianística y orquestal? ¿A que Fernández no proyectó el sonido del piano? ¿A que Zollmann condujo la orquesta hacia una interpretación que en algunos puntos oscurecía al piano y que a la vez no resaltaba las posibles bondades de la obra?

Al terminar el concierto estuvimos hablando con otras personas que asistieron al estreno. Todas sentadas en ubicaciones esparcidas por varios lugares de la sala. A medida que coincidíamos sobre los sonidos del piano que se nos perdieron, fuimos descartando que se tratara de la acústica de la sala. Lo primero que resalta entre las virtudes y características de la Nezahualcóyotl es su magnífica acústica. Por ahí no iba la cosa. También fuimos viendo las similitudes en nuestra percepción de la sinfonía de Brahms. Luego llegamos a que «Fractalis» no nos impresionó como esperábamos para ser un estreno de Ortiz. Y comenzamos a especular sobre la composición, la ejecución de Fernández y la dirección de Zollmann.

También hubo menciones a la actitud corporal del director. Las personas más avisadas la relacionaron con quebrantos recientes en la salud de Zollmann como un evento de corazón ocurrido no hace tanto tiempo y del que la noticia de la realización de este concierto había servido inicialmente como de confirmación de que se encontraba totalmente repuesto pues asumieron que el viaje hasta los 2,200 metros de altura de la CDMX, para este director de setenta y dos años, tras un evento cardíaco, no habría sido aconsejable a menos que estuviera ya repuesto de un mal susto. A la salida del concierto, sin embargo, notaron en su caminar, su postura sobre el podio, la baja posición de sus brazos y otros gestos corporales buenos puntos para especular que el restablecimiento aún les preocupaba y que deseaban señales más claras de mejoría para este director tan querido en la CDMX por la OFUNAM y su público gracias a la labor que juntos hicieron durante los años de su titularidad.

Entre los comentarios surgió la pregunta de si Fernández tiene un sonido chiquito y por eso se nos escapaba el piano. Respondimos, por lo menos un par de nuestro grupo, que no nos parece que su sonido sea chiquito o que le falte proyección y dimos varios ejemplos de recitales en los que la hemos escuchado, ya sea en conciertos ocurridos en salas con gran acústica en los que tocó pianos en buen estado hasta otras con pésima acústica, en realidad lugares con sillas y un piano que mal podrían llamarse salas de música y donde hasta las condiciones del instrumento eran precarias por su afinación o la mala mecánica. Y destaqué la vez que supe de la existencia de Fernández cuando la vi en el escenario para el concierto de celebración del aniversario 25 de Tambuco, Ensamble de percusiones de México. Se juntaron en el Palacio de Bellas Artes para cerrar el evento con una obra de Ricardo Gallardo para cuarteto de percusiones y piano. Ella tocó con la energía, la fuerza y destreza, la musicalidad y compenetración de grupo que distingue la prolongada carrera de Tambuco y sorprendió por la belleza audaz de su ejecución tanto porque parecía como si llevara veinticinco años tocando con este cuarteto de percusiones, como porque el piano sonaba potente y lleno, veloz y preciso, cuando la obra lo pedía y también concentrada en un buen conducto a la introspección en lo necesario [4]Los videos del estreno de «Two Vortices And A Ghost» de Ricardo Gallardo en Estados Unidos con Tambuco y Ana Gabriela Fernández están en https://www.youtube.com/watch?v=8HELVSvlXKY para Vortex I, el segundo movimiento A Ghost en … Leer más . La capacidad de Fernández para interpretar las obras y resaltar sus matices apuntaba a que su pianismo no tendría que haberle restado impacto al estreno de «Fractalis». Es más, precisamente eso debería haber contribuído, como se esperaba, a que la obra resaltara.

Quedaba pensar si la composición fue el origen del poco entusiasmo que nos produjo. Por ahí coincidimos en que hubo numerosos y frecuentes pasajes de gran belleza en los que la relación entre orquesta y solista, entre grupos instrumentales y piano o entre instrumentos individuales y solista era interesante, sobresalía el piano e interactuaba en proporciones magníficas. Las cadencias escritas por Ortiz son de un pianismo muy bien logrado. Dejó la impresión de ser un concierto retador para quien se siente al piano, que la dirección de la orquesta es también demandante, que no se trata de una obra facilista, que requiere un trabajo largo y profundo para que la parte solista quede bien trabajada y aprendida y que la dirección orquestal tiene un reto parejo con aquel. Lo que era también una coincidencia en nuestras percepciones era que hubo momentos en que se nos desaparecía el sonido del piano. Que otros instrumentos se lo robaban.

Frente a la pantalla. Segundo movimiento. Adagio pesante.

Pasaron cuatro días después del concierto y seguía resonando la necesidad de buscar algo más, alguna información proveniente de quienes protagonizaron el estreno. La compositora, la solista y el director. Y, claro, el estreno, lo que se dice estreno, no fue al que asistimos en la Ciudad de México porque, como lo mencioné antes, la obra la estrenó la orquesta comisionante en diciembre de 2021. Así que acudí al video de la Orchestre National de Bretagne dirigida por Simone Menezes con Simon Ghraichy al piano. Una reproducción muy limitada que me predisponía a una audición en desventaja frente a la de la sala de conciertos. Por el video no puedo determinar si el pianista estudió mucho o poco, si trabajó durante meses su versión de la obra, cuánto avanzó junto a la directora en los ensayos, o antes incluso, para llegar al estreno. Ahí, también, lo que quedó registrado es lo que es. Y la sensación inmediata —que luego confirmé con sucesivas vueltas al video— es que muchos de los aspectos que me incomodaron en la primera noche de la Nezahualcóyotl, no me molestaron en el video. Digo, con todo y a pesar de tratarse de una reproducción con limitantes, lo que vi y escuché fue suficiente para cambiar mi percepción respecto de la obra. Desplazó mi sensación de inconformidad con algunos aspectos de la pieza. Mis inquietudes se trasladaron de la composición a la interpretación. Me hizo pensar que la sinfonía de Brahms en la segunda parte del concierto, más lenta y larga y baja de energía de lo que es frecuente escuchar, estuvo en estrecha relación con la obra de Ortiz. Que «Fractalis» ofrece suficiente material para explorar y sacar provecho en una interpretación que destaque las singularidades del estilo de orquestación de la compositora y de su peculiar juego entre una percusión destacada, piano solista y orquesta.

Pasé a revisar unos videos que ha grabado Amigos OFUNAM con Ronald Zollmann. Por ejemplo uno de 2017 cuando el director da cuenta de veinticinco años de relación con la Orquesta entre los cuales están los nueve en que fue su titular. Allí dice, por ejemplo, que «la música es algo vivo, la emoción es viva, el contacto, la orquesta, es seres humanos vivos, el director, el solista son vivos. Hay electricidad que hay que crear». ¡Ajá! No mencionó a quien compuso la obra [5]Las transcripciones son mí responsabilidad. Me esforcé por hacerlas textualmente fieles a lo que dice el entrevistado. .

Más cercana al estreno de «Fractalis», Zollmann nuevamente le dió una entrevista a Amigos OFUNAM. Para entonces su relación con la Orquesta ya andaba por los treinta años. Ha sido muy larga y, al decir de numerosas personas, muy fructífera. Al punto que este fue su tercer estreno de obras de Ortiz. Como lo rememora el director, primero fue el «Concierto Candela» para percusiones con Tambuco, Ensamble de percusiones de México, unos veinticinco años atrás; luego vino el concierto para violín y percusiones llamado «Zócalo-Bastilla» que hicieron con Pierre Amoyal y Ricardo Gallardo, y ahora, «Fractalis para piano», con Ana Gabriela Fernández.

En la entrevista que antecedió al concierto de estreno, el director comentó sobre «Fractalis», «la encuentro como una obra muy difícil tanto para la orquesta que para el solista y con cosas típicas de Gabriela Ortiz: una gran vida rítmica, mucho dinamismo en general. Yo veo una gran influencia por momentos de la música de Messiaen, pero eso es mi vista personal» [6]https://www.youtube.com/watch?v=u7S8QL31-nk , a partir del minuto 4, aprox..

Antes del estreno Ortiz grabó una entrevista con el pianista Esteban Ruiz. Hablaron de «Fractalis». Ella nos recuerda que el piano es su instrumento y que lo conoce lo suficiente para considerar que puede escribir una obra idiomática que saque buen provecho de las posibilidades que le dan identidad al piano. Y contó que le pidió a Esteban numerosas partituras para revisar la literatura de conciertos para el instrumento. Y también dijo que consultó muchos aspectos técnicos con él porque la complejidad de la obra es tal que ella no puede tocar su propio concierto. Más adelante Ruiz dijo que él tampoco lo puede tocar o quizás, con mucho estudio… Y mencionó a quienes sí están en condiciones de tocarla: Simon Ghraichy y Ana Gabriela Fernández [7]Gabriela Ortiz habla de sus obras con Estaben Ruiz. La primera parte está dedicada a este concierto de piano https://www.youtube.com/watch?v=1ariI9ctU64 ..

Luego vi que Fernández estuvo trabajando el concierto durante un año y que lo tocó entero para Ortiz en su casa mientras la compositora la seguía al pasar para ella las hojas de la música. Así que la pianista elaboró su interpretación y la consultó con la compositora. Esta ventaja de que quienes realizan la música puedan discutirla con quien la escribió va en beneficio de la interpretación. No solo para realizar los deseos indicados en la partitura mediante notación e indicaciones adicionales, sino porque las obras están tan vivas como sus intérpretes y las personas de quienes provienen.

Me resultó interesante que Ortiz dijera a Esteban Ruiz que en «Fractalis» hay una clara influencia francesa y que más que Ravel, ella había considerado a Messiaen que se puede identificar en la armonía y el color instrumental. Para aspectos del ritmo dijo que se puede encontrar una referencia a Ligeti, pero un Ligeti latino, dijo ella.

En principio, Ortiz parecería estar confirmando la sensación de Zollmann. Él descubre la influencia de Messiaen [8]La entrevista mencionada https://www.youtube.com/watch?v=u7S8QL31-nk a los 4:40, aprox  , ella la declara. Pero, entonces, ¿no tuvieron oportunidad de discutir entre ella y él los aspectos que discutieron Ortiz y Ruiz o lo que trataron la compositora y la pianista Fernandez? Zollmann no habría requerido decir que se trataba de su visión porque la compositora simplemente ya lo ha dicho.

Ana Gabriela Fernández

Ah, si. Pero es que Zollmann apuntó que «Fractalis» es muy difícil para la orquesta y la solista a la vez que no mencionó la posibilidad de dialogar con la compositora.

Son hilos sueltos. Son, digamos, sensaciones que conducen a esas otras sensaciones respecto de que el estreno no me estremeció, que a otras personas asistentes tampoco, que el video de Francia resalta posibilidades que la versión de México no tuvo.

Me queda, entonces, la sensación de que sería posible que se hiciera una interpretación que sí resalte los numerosos aspectos favorables de «Fractalis». Que la obra, en su estreno mexicano no brilló como podría.

Claro que Ortiz puede o, quizás debe, escuchar a sus intérpretes tanto en sus comentarios como en la realización de la música, para hallarle soluciones a lo que pueda merecerlas. Acaso sea lo que ella haga con frecuencia cada vez que tiene un estreno. Por mi parte tengo la sensación de que este estreno se habría beneficiado con algo que parece no haber ocurrido y es que el concierto habría transmitido un mayor impacto de haber contado con un diálogo entre Zollmann y Ortiz del que no encuentro evidencias.

Puesto de otro modo. Mi sensación es que el director hizo la versión que quiso y pudo hacer. Y es allí donde la obra no lució.

Trin, trin. Tercer movimiento. Finale. Grave. Coda

Que vengan muchas ejecuciones de «Fractalis». Mis sensaciones frente al concierto es que la obra seguirá ganando con sucesivas presentaciones. Me gustaría que fuera Ana Gabriela Fernández quien la siga interpretando. La tiene bien estudiada y la ha discutido con la compositora Gabriela Ortiz. Si hay asuntos que trabajar en la escritura para el piano, entre ellas podrán entenderse para encontrar las mejores aproximaciones [9]Ana Gabriela Fernández ha hecho saber que hasta comienzos de 2023 han estado trabajando con un equipo en un video documental sobre el proceso en esta obra.

La impresión de que es la obra la que puede dar más en una comparación basada entre la versión de Menezes en video y la de Zollmann en vivo me lleva a pensar que con otras batutas el concierto puede sonar más atractivo [10]En el reciente coloquio La música contemporánea vista por sus intérpretes de octubre de 2022 Zollman se refiere a la música escrita, a las partituras, como «algo muerto (sic)». Quiere destacar la responsabilidad de la interpretación en darle vida a la música. … Leer más . Y eso no quita en nada que llegue a haber aspectos en la orquestación o en el manejo de la armonía que quizás puedan merecer alguna atención y en los que Ortiz quizás quiera fijarse. Es su privilegio revisar la obra, dedicarle más tiempo o no, prestarle atención o no a los comentarios. Lo cierto es que está aquí y ahora para hablar con ella, para que quienes dirijan el concierto acudan a su autora. Ese es un privilegio que no tienen las obras canónicas convertidas en piezas de museo.

De hecho, lo dice Zollmann, cuando afirma «que todavía quizás el tiempo no ha sido el juez definitivo pero están parte de nosotros y después se hará la elección y van a entrar, o no, en el museo de nuestra época». Creo entender la buena intención de lo que señala. Aunque la impresión que me deja su sugerencia es que para él la música se divide entre piezas de museo y obras que no entran en las colecciones. Esto ha sido señalado reiteradamente como una opinión muy problemática. Y agrego que entre los inconvenientes se encuentra la escasa presencia de composiciones de mujeres en el museo canónico.


Referencias

Referencias
1 Citado por Gemma Salas Villar en La confluencia de dos culturas en la música de Julián Orbón, Cuadernos de Música Iberoamericana. Volumen 6, 1998, Pág 30
2 Menezes dirigió la OFUNAM el 11 y 12 de julio de 2022 cuando todavía se aplicaban restricciones debidas a la pandemia como que el aforo estaba limitado al 60% de la capacidad de la sala Nezahualcóyotl. Dirigió el estreno mexicano de «Bonecos» de Olinda de Clarice Assad. Además el programa tuvo «Le boef sur le toit» de Milhaud, el Ricercar de la «Ofrenda musical» de Bach en versión de Webern y las «Bachianas brasileiras No. 4» de Villa-Lobos.
3 https://www.youtube.com/watch?v=nIqK2FYHN7Q
4 Los videos del estreno de «Two Vortices And A Ghost» de Ricardo Gallardo en Estados Unidos con Tambuco y Ana Gabriela Fernández están en https://www.youtube.com/watch?v=8HELVSvlXKY para Vortex I, el segundo movimiento A Ghost en https://www.youtube.com/watch?v=SdREsl0WlLo y el Vortex II al final en https://www.youtube.com/watch?v=B0fMAecjHZA.
5 Las transcripciones son mí responsabilidad. Me esforcé por hacerlas textualmente fieles a lo que dice el entrevistado.
6 https://www.youtube.com/watch?v=u7S8QL31-nk , a partir del minuto 4, aprox.
7 Gabriela Ortiz habla de sus obras con Estaben Ruiz. La primera parte está dedicada a este concierto de piano https://www.youtube.com/watch?v=1ariI9ctU64 .
8 La entrevista mencionada https://www.youtube.com/watch?v=u7S8QL31-nk a los 4:40, aprox 
9 Ana Gabriela Fernández ha hecho saber que hasta comienzos de 2023 han estado trabajando con un equipo en un video documental sobre el proceso en esta obra.
10 En el reciente coloquio La música contemporánea vista por sus intérpretes de octubre de 2022 Zollman se refiere a la música escrita, a las partituras, como «algo muerto (sic)». Quiere destacar la responsabilidad de la interpretación en darle vida a la música. Encuentro inquietante esta afirmación suya porque me sugiere que las librerías y bibliotecas son cementerios llenos de obras muertas. Y, además, noto que no menciona la posibilidad de discutir la obra con quien la compuso cuando esa persona está viva y cercana. Lo pueden ver en el minuto 16, aprox. de https://www.youtube.com/watch?v=kFQnItP_HrU . Este director tiene renombre, entre otros aspectos de su larga y destacada carrera, como alguien muy interesado en la música contemporánea, alguien que ha dirigido numerosos estrenos. Seguramente habrá abordado posibilidades de interpretación con quienes compusieron. ¿Será que con Ortiz no?
  1. Totalmente de acuerdo, hay que esperar que se toque muchas veces esta obra de Gabriela Ortiz en manos de directores más solventes y comprometidos. Resulta paradójico que nunca ha dirigido música mexicana con otras orquestas y que haber sido titular de la OFUNAM sea el punto más alto de su carrera menguante y lo sigan invitando ¿?

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