Un glosario/traductor de tecnicismos musicales del español virreinal al español moderno… “Un léxico de afinidades”
Este glosario está dedicado por más de una razón a mi querido colega, y sin embargo amigo, Emmanuel Pool. [1] Para evitar futuras complicaciones por el polémico y muy en boga tema del plagio, debo confesar que la simpática frase no es de mi autoría. Pero bien podría convertirse en dominio público y en una máxima de las relaciones académicas (siempre que se pueda).
Hace unos meses, el mencionado musicólogo publicó en uno de los más importantes medios de los últimos tiempos (Facebook) un “de la A a la Z” de la ópera mexicana, con la simpática indicación agógica de que se leyese al ritmo de una famosa canción de la máxima exponente del fla…, folc… trap… de la música urbana española, “la Rosalía”. Este glosario no demanda esa agógica, pero estuvo inspirado en el recorrido alfabético de Pool.
Por otro lado, este hombre, polímata renacentista, renacido en tiempos modernos, coleccionista de libros, partituras, manuscritos y otros tratados, generoso como nadie me ha regalado hace unos meses un bonito libro, Léxico de afinidades, de Ida Vitale, quien coincide en mantener el orden alfabético para ordenar su cajón de sastre de recuerdos, caprichos, ensoñaciones.
Ese léxico, con sus caprichos y libertades poéticas, pero de orden alfabético ha sido también inspiración de este glosario, y vuelve a ser un punto de unión con Emmanuel Pool.
A ese hombre renacentista dedico este glosario virreinal, en nuestra era posmoderna.
Notas previas a la lectura: lo que está en letras chiquitas debe leerse en velocidad, a la whatsapp, 1.5 y en voz de letras pequeñas de anuncio radiofónico.
Mi intención, poco alejada de las formalidades académicas, ha sido encontrar algunos caminos para acercarnos al mundo musical de la época virreinal, un mundo tan fascinante como ajeno. Pero justo, el traductor de términos busca hacer latente que, pese al correr de los siglos, seguimos repitiendo prácticas, modos y maneras de ser en la música como en la vida cotidiana.
Por último, si el lector tiene alguna sugerencia de término que le gustaría que fuese incluida (con una descripción hecha por mí o por quien la propone) no dude ni por un segundo en hacerla llegar a Sonus Litterarum.
Aquí comienza el Glosario
A cappella. Antes, música vocal con doblaje acompañada de instrumentos. Con la salvedad de que estos últimos no harían más que doblar a las voces. Paradójicamente, hoy, música sin participación instrumental.
Area. No relacionada con el perímetro, sí con las arias italianas.
Ayuda de costa. Una ayudita para apañárselas en lo que se conseguía un empleo después de haber servido a la Catedral… algo así como el apoyo de la UNAM para cuando has acabado el posgrado en tiempo y forma y aún no llega el futuro prometedor.
Baxón. Con empeño de las —no siempre tan apropiadas— relaciones filogenéticas, el abuelo del fagot.
Billancico. Véase Villancico.
Cabildo. A quien los músicos de la capilla piden dinero, empleo, gestión de peticiones, solución de conflictos… Comité académico.
Capón. En italiano, castrato. En las actas de cabildo frecuentemente se señala a cantores “capones y enteros”. Por fortuna hoy la mujeres pueden cantar y tenemos entero al maravilloso Vicenzo Capezzuto.
Contrafacta [en Música] [2]En la filología el término es también empleado en un fenómeno semejante, pero no igual. En el caso de la filología consiste en convertir un texto “a lo divino”; es decir, un texto profano que, sustituyendo algunas frases o palabras, puede convertirse en un … Leer más En una composición religiosa dejar la misma música y cambiar el texto para hacer apta la música para otra festividad. En la musicología reciclar el texto para hacerlo ponencia, artículo, clase, o lo que se necesite.
Diapente. Dice Nasaarre “es vna confonancia de cinco puntos, compuefta de quatro intervalos, que fon tres tonos, y vn femitono, llámanla los prácticos […]” y los modernos…Quinta justa (explicación similar para el diatesarón, cuarta justa; diapasón, octava, y otros intervalos).
Echar el compás. Lo que hace hoy un director o directora de orquesta… aunque antes refería a un repertorio más acotado (los cantos monódicos) y limitado a dos movimientos (“el dar y alzar”).
Estribillo. La parte del texto y la música que se repetía en el villancico. El corito de las canciones, pues.
Facistol. Mueble grande, grande, donde se ponían los libros de coro para que todos pudieran leer… un atrilote… Aunque ya no se fabrican, los ensambles donde la mitad del grupo olvida sus partituras quizá podrían reinaugurar la producción y demanda del facistol.
Ficta. Poner alteraciones sobre notas que las llevan, pero no se les escribe, porque se sabía de antemano. Por tanto, práctica hoy en desuso porque nos enseñan que se ha de tocar “tal como está escrito” en la partitura.
Gobernar la capilla. Según el Diccionario de Autoridades la capilla se define como “el cuerpo o agregado de varios músicos y ministriles con sus instrumentos, mantenidos y asalariados por alguna Iglesia Catedral […]” y el maestro de capilla es quien la gobierna. El cuerpo o agregado: la orquesta; la Iglesia Catedral: cualquier institución que hoy pague a los músicos. El maestro de capilla pasa a ser el director o directora de orquesta… y lo único que queda en duda es aquello de que éste gobierne al cuerpo de varios músicos.
[H]aydn. Compositor cuya música fue popular en España y la Nueva España con la salvedad de que su nombre, casi siempre, se ponía sin H.
Hexacordo. Una escala, aunque sólo de seis sonidos de Ut a La. Base del sistema de solmización (veáse solmización), popularizado por un tal Guido. Aunque no es tan sencillo porque el hexacordo podía ser natural, molle o durum… como ya no se usa, lo más semejante es pensar en nuestra teoría más sencilla de la escala diatónica mayor, menor, armónica, natural, melódica y de ocho notas…
Imperfección. En la notación mensural: que una nota que vale tres valga dos, pero visualmente sea la misma nota. O sea, ver una blanca (sin punto) y tratar de averiguar, por contexto, si vale 2 tiempos o tres tiempos… por suerte, nuestro punto nos evita todo esto y una nota, con perdón de la tautología, “vale lo que vale”.
Jácara. Romance cantado sobre la vida y andanzas de un rufián o valentón, habitualmente relacionadas con una damisela. “Se toma también por la junta de mozuelos y gente alegre que de noche anda metiendo ruido y cantando por las calles.” Por norma, ingeniosas y con juegos de palabras. Aunque era un género como muchos otros en la época, no apto para moralistas y objetivo de censura como las mojigangas y las zarabandas, las jácaras llegaron hasta la iglesia en lo que se ha denominado “jácaras a lo divino” (ver nota al pie no. 2)… Es difícil encontrar un símil contemporáneo porque la música urbana de nuestros días casi no dedica letras a retratar esos aspectos de la vida cotidiana… [3] Aquí recomiendo el texto “Así se perraba en el siglo de Oro” de Álvaro Torrente.
Kyrie… eleison. Primer movimiento de la misa (del propio como del ordinario). Aunque fue un espacio litúrgico que dio lugar a algunos de los ejemplos más interesantes de la música virreinal, hoy lo que escuchamos en la celebración es un “señor ten piedad” de entonaciones (en ocasiones microtonales) que mucho se aleja de aquellos kyries de antaño.
Lira. Según el Diccionario de Autoridades “muy semejante al laúd, […] Es instrumento muy suave y de bella consonancia y armonía”. Sor Juana la denuncia como la antítesis de la zampoña (instrumento menos fino y no apto para acompañar al canto)… la guitarra de las serenatas trovadorescas de hoy en día.
Mala canturia. Cantar, pero también, hacer en el bajo continuo una cuarta mala… Hacer en el ejercicio de armonía al teclado, o en el cuaderno, un tritono.
Mudanza. Hacer mudanza, cambiar de tono… modulación.
Neglilla. Un tipo de villancico (véase villancico) que retrataba los modismos y la manera de hablar de la población africana, de los guineos. Según Quevedo, la fórmula para hablar guineo era: “si escribes comedias y eres poeta sabrás guineo en volviendo las RR LL y al contrario: como Francisco, Flanciso […]”… ¿alguna relación entre Francisco de Quevedo y el abuelo Melquiades? Claro Quevedo no nos aconseja el autotune. [4]El abuelo Melquiades es un personaje que se hizo popular a través de vídeos subidos a YouTube donde daba algunos consejos para, entre otras cosas, aprender a componer reggaetón. Una de sus reglas es exactamente la misma de Francisco de Quevedo. … Leer más
Oboeses. Siguiendo unas extrañas reglas del plural, Oboes. No es necesario llamar al organólogo de cabecera.
Oratorio. Género musical religioso, dramático, puesto en escena con dimensión teatral, compuesto de arias, recitados, coros. ¿Una ópera de iglesia? Mal visto por los estudiosos del XIX… ¿Una pastorela?
Papeles sueltos. Música del siglo XVII y XVIII cuyas partes se copian por separado… las hoy particellas… alguna evocación a nuestras “ordenadas” partituras de la vida estudiantil es asunto personal.
Quiebro. Según el Diccionario de Autoridades “pausa breve y harmoniosa que se hace con la voz en un gorjeo, cantando y como quebrándola”… No creo que sea una práctica en desuso en los cantantes contemporáneos…
Responsorial. El oficiante de la misa recitaba un verso del salmo y el coro respondía con otro. También podía ser antifonal donde dos coros cantaban alternadamente el mismo salmo. En ambos casos había un interesante efecto sonoro… O sea, el sonido estéreo no es cosa tan moderna.
Serpentón. Instrumento en forma de “s” hoy en desuso, cuyo gesto de interpretación dio razones a los restauradores de la Capilla del Rosario (Puebla) a poner un saxofón al angelito del coro virreinal. No obstante… Un instrumento y otro no guardan relación organológica alguna.
Solmización. Método didáctico sistematizado por Guido D´Arezzo en su Micrologus para que los cantantes aprendieran los hexacordos. El Dandelot y el Pozzoli de aquel entonces.
Tiple. La voz más aguda del coro, a diferencia de nuestras sopranos contemporáneas, esta voz muchas veces era interpretada por hombres.
Ut. … Do.
Villancico. Primero cancioncita de los pueblos, de las villas, que luego se inserta en la liturgia con la bonita característica de estar en lengua vernácula y de haberlos con letras que, aunque sacras, llenas de mucho humor. Para Navidad sí, pero también para la Asunción, la Semana Santa, el día de Reyes… Habrá que evitar pensar en Santa Claus porque no son el equivalente de nuestros villancicos navideños.
Xácara. Veáse Jácara.
Zangonautla (Sangonautla). Los músicos de la Catedral se iban a tocar a alguna fiesta o celebración litúrgica sin dar noticia a su cabildo y dejando a la Iglesia sin un porcentaje de la ganancia obtenida… El “hueso” de hoy en día… y el otusourcing.
Referencias
↑1 | Para evitar futuras complicaciones por el polémico y muy en boga tema del plagio, debo confesar que la simpática frase no es de mi autoría. Pero bien podría convertirse en dominio público y en una máxima de las relaciones académicas (siempre que se pueda). |
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↑2 | En la filología el término es también empleado en un fenómeno semejante, pero no igual. En el caso de la filología consiste en convertir un texto “a lo divino”; es decir, un texto profano que, sustituyendo algunas frases o palabras, puede convertirse en un texto religioso. |
↑3 | Aquí recomiendo el texto “Así se perraba en el siglo de Oro” de Álvaro Torrente. |
↑4 | El abuelo Melquiades es un personaje que se hizo popular a través de vídeos subidos a YouTube donde daba algunos consejos para, entre otras cosas, aprender a componer reggaetón. Una de sus reglas es exactamente la misma de Francisco de Quevedo. https://www.youtube.com/watch?v=6iOlB0QLy84 |