Mario Lavista: Seis piezas para cuarteto de cuerdas (1967)


Seis piezas para cuarteto de cuerdas. Mario Lavista. Cuarteto José White.

En una entrevista con la directora de orquesta estadounidense Jeannine Wagar en 1984, Mario Lavista expresó que fue al escribir Diacronía (1969) cuando empezó a encontrar su propia voz. [1]Jeannine Wagar, “Stylistic Tendencies in Three Contemporary Mexican Composers: Manuel Enríquez, Mario Lavista and Alicia Urreta” (DMA diss., Stanford University, 1985), 134. Quizá por esa razón el compositor consideró Diacronía como su primer cuarteto de cuerdas, aunque dos años antes había compuesto Seis piezas para cuarteto de cuerdas.

El año de 1967 fue muy significativo para el entonces joven compositor de veinticuatro años. Lavista concluía cuatro años de estudio en el Taller de Composición dirigido por Carlos Chávez y Héctor Quintanar en el Conservatorio Nacional de Música y ese mismo año recibía por parte del Gobierno de Francia, y gracias al apoyo de Louis Panabière, una beca para estudiar en la Schola Cantorum de París bajo la tutela del compositor francés Jean-Étienne Marie.  

Poco sabemos sobre las Seis piezas para cuarteto de cuerdas (dos violines, viola y violonchelo). La obra permanece inédita y, hasta la fecha, no hay grabación comercial. Se conserva la partitura de puño y letra del compositor, ahora resguardada en el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical Carlos Chávez (Cenidim). En la página que encabeza la partitura encontramos una inscripción que nos sirve como punto de partida para apreciar esta obra temprana de Lavista (ver figura 1):


Figura 1. Portada del manuscrito original de Seis piezas para cuarteto de cuerdas, de Mario Lavista (1967). Del archivo personal de Mario Lavista.

Mientras Lavista estudiaba en el Taller de Composición (1963-1967), tomó clases de análisis musical con el compositor español Rodolfo Halffter (1900­-1987), radicado en México (ver figura 2). Halffter introdujo a Lavista al sistema atonal denominado dodecafonismo, técnica de composición donde las doce notas de la escala cromática tienen la misma importancia. Este sistema fue desarrollado en la década de 1920 por el compositor austriaco Arnold Schoenberg (1874-1951), quien lo enseñó y promovió entre sus colegas y alumnos y el cual fue muy influyente para los compositores de música de concierto tanto en Europa como en las Américas.


Figura 2. «Rodolfo Halffter en el Homenaje a Rodolfo Halffter en sus 80 años». Fundación Juan March, Madrid, 13 de febrero de 1980. Cortesía de la Fundación Juan March.

En su ensayo titulado “El dodecafonismo en México” (1954), Carlos Chávez lamentaba que el dodecafonismo –también llamado serialismo– no fuera recibido gratamente por el público: “El dodecafonismo ha sido atacado en todas partes, y el público en general parece estar de acuerdo en que no es dodecafonismo sino dodecacofonismo”. [2]Carlos Chávez, “El dodecafonismo en México”, en Memoria de El Colegio Nacional 1954 (Ciudad de México: El Colegio Nacional, 1954), 69. Como miembro del Colegio Nacional, Chávez organizó un ciclo de conciertos-conferencias donde expuso el tema de la dodecafonía al público en general. En un concierto titulado “Dodecafonía” (1955), Chávez incluyó, entre otras, la primera obra serial de Halffter: Tres hojas para álbum, de 1953 (ver figura 3). Gracias al entusiasmo y a la labor pedagógica –tanto de Halffter como de Chávez– el dodecafonismo fue adoptado por compositores mexicanos jóvenes durante la segunda mitad del siglo XX. El musicólogo Aurelio Tello reporta que la conferencia de Chávez, seguida por el concierto de música dodecafónica, generó un gran interés y estima que “prácticamente todos los compositores nuevos de México abrazaron dicha técnica”. [3]Aurelio Tello, “La creación musical en México durante el siglo XX”, en La música en México: Panorama del siglo XX, ed. Aurelio Tello (Ciudad de México: Fondo de Cultura Económica, Conaculta 2010), 514.


Figura 3. Programa de concierto organizado por Carlos Chávez para El Colegio Nacional, 25 de noviembre de 1955.

Este breve contexto nos da la pauta para apreciar la dedicación de Lavista. Las Seis piezas para cuarteto de cuerdas surgen como resultado del estudio del serialismo bajo la tutela de Halffter. El carácter serialista de la pieza se debe a la influencia tan importante que tuvo Halffter en la formación de Lavista y, de manera indirecta, rinde homenaje a Schoenberg. En esta obra se advierte el talento de un compositor comprometido con las técnicas vanguardistas de su tiempo y con lenguajes musicales que estaban siendo adoptados en América Latina como un camino hacia la internacionalización. [4]Para conocer más acerca de la adopción de las técnicas dodecafónicas en América Latina, consultar: Graciela Paraskevaídis, “An Introduction to Twelve-Tone Music and Serialism in Latin America”, Interface 13, no. 3 (1984): 133–47; Carol A. Hess, Representing … Leer más

Poco se conoce de la obra temprana de Lavista. El mismo compositor valoró sus obras tempranas como parte de un proceso de aprendizaje, de una fase de experimentación que atravesó y después abandonó. [5]Para más información sobre la obra temprana de Lavista, consultar Ana R. Alonso-Minutti, “Forging a Cosmopolitan Ideal: Mario Lavista’s Early Music”, Latin American Music Review 35, no. 2 (2014): 169–96. Por esa razón, Lavista decidió no incluir en su catálogo varias obras compuestas en la década de 1960. Muchas de estas piezas tempranas implementan principios seriales, por ejemplo Monólogo (1966), para barítono, flauta, contrabajo y vibráfono, con texto de Nikolái Gógol y Dos canciones (1966), para mezzosoprano y clavecín o piano, con textos de Octavio Paz. [6]El escritor mexicano Juan Vicente Melo consideró a Monólogo como la primera obra oficial de Lavista. Consultar: Juan Vicente Melo, “Mario Lavista: Un nuevo compositor”, Mediateca Lavista, Sonus Litterarum, 29 de noviembre de 2022. Aunque Lavista se alejó de la técnica dodecafónica, estas obras nos revelan ciertos rasgos que caracterizarían su trayectoria compositiva, como la atención minuciosa al timbre musical y el tratamiento refinado de textos literarios y poéticos.

Aunque el cuarteto de cuerdas haya sido uno de los géneros más apreciados por Lavista, no fue sino hasta un año después de su muerte cuando el público mexicano tuvo la oportunidad de escuchar por primera vez su “integral de cuartetos de cuerda” en tres conciertos a cargo del Cuarteto Latinoamericano y del Cuarteto José White. [7]Los conciertos se llevaron a cabo del 3 al 5 de junio de 2022 en la Sala Manuel M. Ponce, Palacio de Bellas Artes. Este ambicioso proyecto juntaba por primera vez ocho obras compuestas por Lavista para esa dotación: Diacronía (1969), Reflejos de la noche (1984), Música para mi vecino (1995), Sinfonías (1996), Siete invenciones (1998), Suite en cinco partes (1999), Adagio para cuarteto de cuerdas (2015) y Toque de silencio (2017). Sin embargo, las Seis piezas para cuarteto de cuerdas no fueron incluidas. Tampoco lo fueron en el álbum titulado Mario Lavista Complete String Quartets (2011) grabado por el Cuarteto Latinoamericano para la disquera británica Toccata Classics. Podemos asumir que esto quizá se deba a que el mismo compositor las haya considerado meramente como ejercicios pertenecientes a una etapa de formación. Gracias a la iniciativa del Cuarteto José White, integrado por Silvia Santa María Guerrero (violín), Cecilia García Villegas (violín), Sergio Absalón Carrillo Monárrez (viola) y Jorge Orlando Espinosa Roque (violonchelo), podemos escuchar, en una interpretación impecable, las Seis piezas para cuarteto cuerda de Lavista, después de cincuenta y seis años de haber sido escritas.

Referencias

Referencias
1 Jeannine Wagar, “Stylistic Tendencies in Three Contemporary Mexican Composers: Manuel Enríquez, Mario Lavista and Alicia Urreta” (DMA diss., Stanford University, 1985), 134.
2 Carlos Chávez, “El dodecafonismo en México”, en Memoria de El Colegio Nacional 1954 (Ciudad de México: El Colegio Nacional, 1954), 69.
3 Aurelio Tello, “La creación musical en México durante el siglo XX”, en La música en México: Panorama del siglo XX, ed. Aurelio Tello (Ciudad de México: Fondo de Cultura Económica, Conaculta 2010), 514.
4 Para conocer más acerca de la adopción de las técnicas dodecafónicas en América Latina, consultar: Graciela Paraskevaídis, “An Introduction to Twelve-Tone Music and Serialism in Latin America”, Interface 13, no. 3 (1984): 133–47; Carol A. Hess, Representing the Good Neighbor: Music, Difference, and the Pan American Dream (New York: Oxford University Press, 2013); Daniela Fugellie, ‘Musiker unserer Zeit’: Internationale Avantgarde, Migration and Wiener Schule in Südamerika (Munich: Edition Text + Kritik, 2018); Eduardo Herrera, Elite Art Worlds: Philanthropy, Latin Americanism, and Avant-Garde Music (New York: Oxford University Press, 2020).
5 Para más información sobre la obra temprana de Lavista, consultar Ana R. Alonso-Minutti, “Forging a Cosmopolitan Ideal: Mario Lavista’s Early Music”, Latin American Music Review 35, no. 2 (2014): 169–96.
6 El escritor mexicano Juan Vicente Melo consideró a Monólogo como la primera obra oficial de Lavista. Consultar: Juan Vicente Melo, “Mario Lavista: Un nuevo compositor”, Mediateca Lavista, Sonus Litterarum, 29 de noviembre de 2022.
7 Los conciertos se llevaron a cabo del 3 al 5 de junio de 2022 en la Sala Manuel M. Ponce, Palacio de Bellas Artes.
  1. Dra. Ana Alonso, muchas gracias por compartir su investigación.
    Hay datos que desconocía del autor y que ahora entiendo a la perfección, y puedo ver por qué es quien es Mario Lavista.
    Felicidades Dra.

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