Luis de Pablo: otra lamentable despedida

El pasado 10 de octubre murió Luis de Pablo, el último representante de la llamada Generación del 51 a la que también pertenecía el recientemente fallecido Cristóbal Halffter, una generación que buscaba romper con la estética nacionalista y entrar de lleno a la modernidad europea. 

Luis de Pablo nació el 28 de enero de 1930 en Bilbao. Estudio leyes, pero su verdadera pasión fue siempre la música. Debido a la Guerra Civil, tuvo que convertirse en autodidacta y logró, a pesar de la férrea dictadura de Franco, trascender las fronteras y participar en el movimiento de vanguardia, primero en los Cursos de Verano de Darmstadt en donde convivió con los jóvenes compositores de la época: Karlheinz Stockhausen, Luciano Berio, Luigi Nono, Pierre Boulez, etc., quienes, como él, estaban tratando de sobreponerse a la guerra; y por otro lado organizando en España los primeros espacios dedicados a la música contemporánea. En 1959 fundó el grupo Tiempo y Música en Madrid y más tarde se adhiere a Música abierta de Barcelona. Presidió las Juventudes Musicales Españolas (1960-63), organizó la I Bienal de Música Contemporánea en Madrid (1964), dirigió con su grupo “Alea” los primeros conciertos de alto nivel de música contemporánea en España y fundó el primer laboratorio de música electrónica en su país. Fue pionero en la música electroacústica, creó su primera obra con una computadora IBM (1966) en el Centro de Cálculo de la Universidad de Madrid.

En 1967, junto con Horacio Vaggione crea el grupo “Alea, Música Electrónica Libre” y publica sus libros Lo que sabemos de la música  (1967) y Aproximación a una estética de la música contemporánea (1968).

En los años 70 abandona España para dedicarse a la docencia en Estados Unidos y Canadá. Crea el Centro para la Difusión de la Música Contemporánea en 1983 que deja en manos de Tomás Marco dos años más tarde para dedicarse enteramente a la composición.

Además de música para instrumentos solos, de cámara y orquestal, Luis de Pablo escribió cinco óperas, la última de ellas El abrecartas, está programada en el Teatro Real para el año próximo. Esta fue la tercera colaboración con Molina Foix, después de El viajero indiscreto y La madre invita a comer. 

uno de los mayores empeños de Luis era desactivar esa especie de autocastigo típicamente español que sostiene que nuestro idioma hablado no está hecho para el lenguaje elevado de la música seria, y la ópera española sería, según tal criterio, poco menos que un imposible metafísico, no dejando al drama vocal otra vida más allá de la zarzuela.”

Vicente Molina Foix

Paralelamente a su música instrumental y lírica, Luis de Pablo colaboró en muchos proyectos cinematográficos, especialmente recordamos su música en El espíritu de la colmena de Víctor Erice por la cual recició la Medalla del Círculo de Escritores Cinematográficos a la mejor música en 1973 y de su estrecha colaboración con Carlos Saura: La caza (1966), Peppermint frappé (1967), La madriguera (1969) y  Ana y los lobos (1973).

Luis de Pablo fungió como jurado en el Primer Premio de Composición Rodolfo Halffter en México en 2008, convocado por Instrumenta bajo la dirección de Ignacio Toscano.

Recibió en vida numerosos premios como el Nacional de Música en 1991, el Premio Iberoamericano Tomás Luis de Victoria en 2009 y en 2020 el León de Oro de Música de la Bienal de Venecia en reconocimiento a toda su carrera.

Escribió:

Hago mías estas palabras:

Brotan las flores,
están frescas, abren sus corolas.
De su interior surgen las flores del canto;
tú oh poeta, las viertes sobre los demás.
(poema azteca).

No es aquí en donde pueda yo explicar cómo mis flores hayan podido nacer. Me basta con saber que mi canto nació conmigo: nunca he sido más que compositor, incluso antes de poder componer. Yo soy alguien que se escucha: necesito un rincón tranquilo en donde traducir en sonidos mi orden y mi desorden. Pero no sé por qué ni para quién compongo; si sé que necesito componer para vivir. Definir mi música sería como definirme a mí mismo. Mejor: mi música es mi definición. Lanzo lo que hago “frente a la enorme indiferencia del mundo”, como todo lo que nuestra especie hace. Mi pasado, son mis obras. Mi presente, son mis obras. No sé si mañana he de morir: ¿cómo saber entonces cómo será mi música, o más aún, la de los otros? Cuando Luis de Pablo desaparezca, lo que quedará -si algo queda- será el esfuerzo parcial y constante por atrapar una forma de existir mediante un orden sonoro. Me gusta pensar que habrá alguien a quien este orden acompañe, ayudándole a ver más claro en su vida.”

Luis de Pablo

Aquí un valioso homenaje que le hizo el Círculo de Lectores:

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