Pauta | 64 |

Octubre – Diciembre 1997 | INBA

Dirección: Mario Lavista

Durante todo el año Pauta ha querido rendir un mínimo homenaje a Johannes Brahms en su centenario luctuoso, publicando diversos artículos y ensayos sobre la vida y obra de este enorme e inspiradísimo compositor alemán. Su música recorre sutilmente los diferentes registros y emociones del alma humana: desde las poderosas y brillantes construcciones formales de su obra orquestal hasta la más depurada intimidad de sus últimas composiciones, como los Intermezzi para piano y las sonatas para clarinete y piano, en las que es patente el empleo de una audaz armonía que por momentos suspende las funciones tonales en aras de la amgibüedad tonal anunciadora de una música por venir. Si bien encontramos huellas de su legado tanto en los primeros cuartetos de cuerda de Arnold Schoenberg como en la música temprana de Julián Carrillo, no podemos considerar la obra de Brahms como una música renovadora en el sentido en que lo fue la de Richard Wagner. Sin embargo, es necesario recordad aquí el largo ensayo en el que Schoenberg analiza fragmentos de la obra brahmsiana para demostrar, en contra de la opinión corriente, que Brahms sí fue, en el orden armónico, un innovador.

El artículo de Solare, el poema de Lizalde y el certero texto analítico de Leonora Saavedra recuerdan otro aniversario: los doscientos años del nacimiento de Franz Schubert. Este originalísimo compositor nos dejó una música única en su concepción armónica. Pienso que fue el primer autor en emplear secuencias armónicas basadas en una armonía no-funcional. En no pocas ocasiones sus enlaces armónicos sólo tienen sentido en función de un parámetro musical: el color. Habría que esperar casi cien años para encontrar otra música, de estilo muy diferente, en la que el color armónico desempeña un papel fundamental: me refiero a la música de Debussy, que guarda una secreta relación con la de Schubert. Los acordes “flotantes” del impresionista francés se encuentran también en el romántico austriaco.

En este último número del año, la poesía se hace presente enlas voces de García Ascot, Moreno Villarreal, Coral Bracho y Carmen Leñero, y la narrativa corre a cargo de José de la Colina -amigo fiel de Pauta – y sus notables mitos musicales.

Una entrevista a Salvador Torre, talentoso flautista y compositor mexicano, un ensayo de él mismo sobre la interpretación de la música del siglo XX, una amena reseña sobre la relación de Picasso con el ballet que nos hizo llegar el director de orquesta español Gil-Ordóñez, el texto de Rafael Martínez sobre Platón y la armonía de las esferas, así como las infaltables reseñas y musas ineptas de Brennan, la lección de música de Alfred Brendel -pianista schubertiano por excelencia- y las pautas de Sandra Pani completan esta entrega de Pauta.

Mario Lavista

– ¿Qué es? – me dijo.

– ¿Qué es qué? – le pregunté.

– Eso, el ruido ese.

– Es el silencio…

Luvina, Juan Rulfo

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