El pasado 27 de julio murió el gran compositor alemán Wolfgang Rihm. Rihm nació en Karlsruhe, Alemania el 13 de marzo de 1952.
Inició sus estudios en Karlsruhe, teniendo como principal influencia la música de la segunda escuela de Viena y, en particular, la de Anton Webern.
En1970 participó en los famosísimos cursos de verano de Darmstad y después se fue a estudiar primero con Karlheinz Stockhausen y Klaus Huber en Colonia y después con Hans Heinrich Eggebrecht en Friburgo. Terminando sus estudios él mismo se convirtió en maestro tanto en Darmstadt como en su natal Karlsruhe además de ser maestro invitado en toda Europa.
Fue en los años 70 que se empiezan a escuchar sus primeras obras causando un gran revuelo, entre otras razones porque su música era de alguna manera más cercana a la de Malher o Bruckner que a la de Stockhausen y Huber.
En su diario de aquellos años Rihm escribió: “Quisiera contribuir a transformar la década que sigue” “Las campañas neuróticas en contra de los modos, la decadencia, la tonalidad, la no tonalidad, la usura, el unísono incorrecto, el peligro de la creación de grupos…- todo esto no son más que falsos combates, sentimientos de sustitución, ¡bricolaje! Únicamente un espíritu libre, un espíritu indomable, puede ser compositor. Yo quiero conmover y ser conmovido. En música, todo está relacionado con las emociones”.
Rihm amaba a Puccini y a Malher, veneraba los conciertos de piano de Mozart y admiraba la sensibilidad de la forma de Rachmaninov y a los románticos alemanes como Schumann y Brahms. La obra de Rihm mezcla elementos románticos -él consideraba que no uno podía borrar el pasado – y emplea una armonía muy libre, liberándose de las reglas estrictas del dodecafonismo.
En 1979 se estrena su primera y más conocida ópera: Jacob Lenz 1977-78, basada en un el relato Lenz de Georg Büchner sobre un incidente en la vida del poeta alemán Jakob Lenz. Fue un encargo de la Opera de Hamburgo.
Se podrán imaginar el impacto ante un público acostumbrado a las vanguardias con un compositor que miraba hacia el pasado pero hablaba en presente. Lo que para algunos era un sacrilegio, para otros era una nueva manera de concebir la música contemporánea y esto lo convirtió en uno de los compositores más solicitados de Europa, ganando innumerables premios, encargos y distinciones.
Rihm recibió numerosos premios durante su carrera, entre otros el León de oro de la Biennale de Venecia en 2010. Fue co-fundador de la Lucerne Festival Academy con Heinz Holliger y Pierre Boulez del que fue director desde 2016.
Afectado por una larga enfermedad Wolfgang Rihm murió en Ettlingen a los 72 años. “Enfrentarse a su propia finitud, decía Rihm, no me es extranjera desde mi más tierna infancia. La música es ella misma un fenómeno que pasa. Cada sonido pasa. Todo hombre que crea música se confronta a la muerte, que forma parte de la vida.”
Durante cincuenta años Rihm desarrolló una prolífica carrera, escribió más de 500 obras para todos los formatos caracterizadas por la condensación de la energía y la tensión expresiva. Era también un compositor místico. Escribió un oratorio Dies (1984), una Pasión según San Lucas, Deus passus (2000), la letanía Et lux (2009), un Stabat mater (2020) y un ballet que es también una especie de ritual, pero más violento, feroz y desbocado llamado Tutuguri para gran orquesta, coro grabado, narrador y cinta.
https://www.youtube.com/watch?v=XuTjk4rQkxI (28’23)
Descanse en paz Wolfgang Rihm.