Pilacremus | 03 |


Perspectiva Interdisciplinaria del Laboratorio de Creación Musical

Revista Publicada por la UNAM FAM | Número 3 | CDMX 2020
Dirección: Julio Estrada


Este tercer número de Pilacremus se centra en Conlon Nancarrow a través de una perspectiva múltiple, si sabemos que su vida y su obra siguen ofreciendo temas nuevos a los estudiosos; en particular si sabemos que públicamente se conocía muy poco del personaje debido, primero, al confinamiento en el que el mundo musical lo mantuvo durante su prolongado destierro mexicano, luego por su propio carácter ascético y finalmente por su afanosa entrega a la creación. 

El compositor y percusionista inglés Dominic Murcott, escuchado recientemente por el público mexicano, aborda un proyecto casi perdido en la historia, las máquinas de percusión y la música para cinta que emprendió Nancarrow en la década de 1940 poco tiempo después de llegar a México; varias fotografías revelan 

una parte del trabajo realizado por el músico como artesano e ingeniero. Los investigadores daneses Erik y Lisa Christensen dan cuenta del proceso de escucha fenomenológica del Estudio no. 40a mediante sus respectivas reflexiones y experiencias auditivas; estas últimas contribuyen a comprender cómo ante la música la mente ofrece respuestas que van de lo analítico a lo imaginario, dos entre tantos aspectos que forman parte del proceso de creación y recepción. 

La escritora Bárbara Jacobs, cuyo padre, Emile Jacobs, participó como Nancarrow en la Brigada Lincoln, evoca con un punto de nostalgia y un sabor de desenvoltura su encuentro casual con el retraído creador en la oficina de correos de San Ángel, a quien conoció en reuniones de amigos comunes y a quien cita en un libro que el personaje había leído con singular atención, Las hojas muertas. 

El creador musical e investigador uruguayo Osvaldo Budón abre y cierra el horizonte con una musicología bifocal sumamente atractiva para quienes conocen la importancia e impacto en Nancarrow y en Cage de Henry D. Cowell, para ambos el único tronco en común; en el primero ejemplo fundamental, y en el segundo el auténtico mentor. La referencia que formula Budón es el posible vínculo entre dos obras tan a la antípoda como la pareja misma de autores: El Estudio no. 21 –conocido como en X y de máxima aceleración y 4’33” –símbolo del silencio en música. 

Los aspectos físico-matemáticos de la obra de Nancarrow resurgen: el estudio de la geometría del tempo es el título que propone el matemático Pablo Padilla junto con el músico Patricio Calatayud. Aquí se plantea una modelación y su aplicación tecnológica para medir y predecir cambios de velocidad a partir de los casos de los Estudios no. 21, 22, 23, 27, 29, 33, 40 y 41; una segunda referencia es la obra Atecocoli para 13 trombones del mexicano Salvador Rodríguez, aventura musical espacial que inicia en 1997, fecha del fallecimiento de Nancarrow. 

La historiadora del arte Adriana Sandoval hace un análisis de la casa-estudio Nancarrow-O’Gorman construida en la década de 1940, obra que el pintor-arquitecto consideraba su ensayo previo a la Biblioteca Central de la UNAM. Además de diálogo creativo entre arquitectura y música; una extensa serie de fotografías recoge la imagen del lugar, así como varios planos del edificio. 

La segunda adyacencia temática de este número es una entrevista colectiva, un multi-tempi, que cata la diversidad de percepciones sobre Nancarrow de la musicóloga alemana Monika Fuerst- Heidtmann, quien analizó su obra en épocas tempranas, el creador español Llorenç Barber, quien le dedicó una de sus creaciones, Osvaldo Budón, a quien se reconoce como experto en Cowell, al jazzista Alejandro Campos, joven amigo de Conlon, y yo. 

La imagen de este número es un emblema del breve periodo en el que Conlon Nancarrow comienza a ser reconocido por el mundo musical, a partir de que György Ligeti adquiere
en una tienda de discos un ejemplar de los Estudios para piano mecánico y expresa a diestra y siniestra su hoy famosa percepción, como concreta en 1981 en una carta a Charles Amirkhanian, compositor, productor radiofónico y primero entre los admiradores de nuestro personaje: 

…escuché la música de Nancarrow y de inmediato me volví un entusiasta. Esta música es el descubrimiento más grande desde Webern e Ives, algo grande, importante para toda la historia. Su música es tremendamente original, disfrutable, construida de manera perfecta y emocional al mismo tiempo. Para mí es el mejor compositor viviente. 

Julio Estrada


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