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Mario Lavista: Toque de silencio (2017)

En el ensayo titulado “El cuarteto de cuerdas” (2004), Mario Lavista afirmó: “Pocos géneros instrumentales han despertado la imaginación más íntima y refinada de los compositores como el cuarteto de cuerdas”. [1] Mario Lavista, “El cuarteto de cuerdas”, Memoria de El Colegio Nacional (Ciudad de México: El Colegio Nacional, 2004), 231.  Este género, con su clásica plantilla para dos violines, viola y violonchelo fue uno de los géneros musicales más apreciados por Lavista y para el que dedicó algunas de sus páginas musicales más bellas. En el repertorio para cuarteto podemos apreciar sus diversas facetas creativas: desde la incorporación de recursos serialistas, el uso de la indeterminación o la investigación de las posibilidades tímbricas de las técnicas extendidas, hasta la exploración de procedimientos contrapuntísticos medievales y renacentistas. [2]Para conocer más acerca de la trayectoria compositiva de Mario Lavista a partir de sus cuartetos de cuerda, consultar: Ana R. Alonso Minutti, “Contrapunto a cuatro: una mirada a la trayectoria de Mario Lavista desde sus cuartetos de cuerdas”, Pauta: Cuadernos de … Leer más Asimismo, en sus obras para cuarteto de cuerdas Lavista manifiesta su pasión por propiciar encuentros entre poesía y música y su interés por los géneros religiosos.

Lavista permaneció cerca del género del cuarteto de cuerdas durante su larga trayectoria creativa. Entre su primera obra para esta dotación, las Seis piezas para cuarteto de cuerdas (1967), y la última, Toque de silencio (2017), hay cincuenta años. Lavista escribió Toque de silencio gracias a la comisión que recibió por parte del Cuarteto José White, integrado por Silvia Santa María Guerrero (violín), Cecilia García Villegas (violín), Sergio Absalón Carrillo Monárrez (viola) y Jorge Orlando Espinosa Roque (violonchelo), y es a ellos a quienes Lavista dedica la obra (ver figura 1).

Figura 1. Cuarteto José White. De izquierda a derecha: Cecilia García Villegas, Sergio Absalón Carrillo Monárrez, Jorge Orlando Espinosa Roque y Silvia Santa María Guerrero. Fuente: cuartetojosewhite.com.

Antes del estreno mundial de Toque de silencio, que se llevó a cabo en El Colegio Nacional el 26 de octubre de 2017, Lavista ofreció este breve comentario en torno a su obra:

El año pasado murió un gran músico mexicano, murió muy joven, Armando Luna, gran maestro del Conservatorio . . . y compuse inmediatamente un duelo para trompeta sola que se estrenó en El Colegio Nacional. . . . Recuerdo que cuando [Armando Luna] estaba en mi clase, tenía una debilidad por la trompeta; era lo único que se le ocurría, escribir para trompeta. Un mínimo homenaje es hacer una obra para trompeta. En ese momento el Cuarteto White me encarga una obra y escribo una pieza basada en mi pieza para trompeta sola, el Duelo.

Figura 2. Mario Lavista y sus estudiantes afuera del Conservatorio Nacional de Música, ca. 1988. Arriba, de izquierda a derecha: Juan Fernando Durán, Ramón Montes de Oca, Ana Lara, Mario Lavista, Gabriela Ortiz. Abajo, de izquierda a derecha: Armando Luna Ponce y Ricardo Risco. Del archivo personal de Ana Lara.

Como el título sugiere, Toque de silencio está basada en la melodía militar del mismo nombre interpretada en México y en muchos ejércitos alrededor del mundo. Esta melodía, tradicionalmente tocada con corneta natural o con trompeta, está basada en intervalos consonantes y más específicamente en las notas de la tríada de do mayor (do, mi, sol), las cuales constituyen el tercer, cuarto y sexto sonido de la serie armónica de do. El “toque de silencio” se interpreta al finalizar el día y también en funerales y ceremonias en honor a los muertos. La transparencia y sencillez armónica de esta melodía y el tempo lento en la que se interpreta son escuchados en todo el mundo como símbolos de duelo, despedida y honor.

Toque de silencio es una de las varias piezas que Lavista escribió para honrar la memoria de seres recientemente fallecidos, algunos de ellos muy cercanos a él (ver tabla 1). Y, como Lavista anunció en el estreno, este cuarteto no fue la primera obra que dedicó a la memoria de su alumno y amigo Armando Luna (1964-2015). Un año antes compuso Duelo para trompeta sola, pieza que también fue estrenada en El Colegio Nacional por Rafael Ancheta (trompetista principal de la Orquesta Filarmónica de la UNAM). De ahí que Toque de silencio y Duelo se puedan ver como obras hermanas. Así como Duelo, Toque de silencio está basada armónicamente en intervalos consonantes, con la añadidura del disonante tritono (intervalo de cuarta aumentada / quinta disminuida, conocido desde la Edad Media como Diabolus in Musica). La introducción del tritono en esta obra se puede interpretar como una referencia cruzada al mundo medieval dentro del rico universo sonoro lavistiano. Además de la transparencia armónica de la pieza y su solemnidad, Lavista utiliza armónicos naturales en las cuerdas y senza vibrato lo cual otorga a la pieza un carácter íntimo y a la vez espacioso.

Lavista escribió música a la memoria de seres recientemente fallecidos como una manera de establecer un puente de comunión entre los humanos de la Tierra y los que trascendieron al más allá. Esto responde a la afinidad que Lavista sintió por la dimensión mística y religiosa que ha tenido la música dentro de la tradición judeocristiana, y que está presente en la historia de la música occidental a partir del Medievo. En la visión medieval de la musica speculativa, la música se concibe no solo como una disciplina formada por sonidos, sino también relacionada con números. La música aspira a la perfección; es espejo de un orden superior que refleja el orden del universo [3]Para conocer más sobre el pensamiento de Lavista en relación a su obra de carácter religioso, consultar: Ana R. Alonso Minutti, “Espejos de un orden superior: La música religiosa de Mario Lavista”, Pauta: Cuadernos de teoría y crítica musical 134 (2015): … Leer más  En palabras de Lavista, la musica speculativa “[tiende] un puente espiritual entre el hombre y la divinidad”. [4] Mario Lavista, “Guido y Sor Juana”, Letras Libres, 31 de enero de 2006. Y es en sus piezas de carácter fúnebre donde Lavista tendió puentes entre el hombre y la divinidad, entre él mismo y los seres a quienes apreció y admiró profundamente.

Referencias

Referencias
1 Mario Lavista, “El cuarteto de cuerdas”, Memoria de El Colegio Nacional (Ciudad de México: El Colegio Nacional, 2004), 231.
2 Para conocer más acerca de la trayectoria compositiva de Mario Lavista a partir de sus cuartetos de cuerda, consultar: Ana R. Alonso Minutti, “Contrapunto a cuatro: una mirada a la trayectoria de Mario Lavista desde sus cuartetos de cuerdas”, Pauta: Cuadernos de teoría y crítica musical 121 (2012): 89–97.
3 Para conocer más sobre el pensamiento de Lavista en relación a su obra de carácter religioso, consultar: Ana R. Alonso Minutti, “Espejos de un orden superior: La música religiosa de Mario Lavista”, Pauta: Cuadernos de teoría y crítica musical 134 (2015): 67–82.
4 Mario Lavista, “Guido y Sor Juana”, Letras Libres, 31 de enero de 2006.

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