Miguel Bernal Jiménez y el Archivo Musical del Colegio de Santa Rosa

Edgar Calderón

El perfil artístico de Miguel Bernal Jiménez (*Morelia, Michoacán, 1910; †León, Guanajuato, 1956) es tan amplio como destacado en cada una de sus facetas. Se le recuerda como un célebre compositor de música de muy diferentes talantes, encabezados por su luminosa producción sinfónica, entre la que se cuentan poemas y suites sinfónicos, ballets, ópera y música escénica de agudo dramatismo y solidez estructural. Deslumbra también su genuino talento en su música de cámara, y en la prolífica cantidad de su obra vocal, que transita magistralmente la poética sagrada, religiosa y secular. Finalmente, con sus numerosas composiciones para instrumento solo, de diferentes dotaciones, se conforma un robusto catálogo de más de trescientas obras.

No obstante, su trayectoria musical trasciende su labor compositiva, conviene destacar su notable actividad como organista, director coral, orquestal, etc. Enriqueció con dedicación el ámbito pedagógico musical mexicano, pues dejó una inspirada herencia en una buena cantidad de discípulos suyos que, a su vez, desempeñaron loables carreras, pero también son numerosos sus trabajos de enseñanza que publicó de forma impresa con la finalidad de aportar a los diversos ámbitos de la música, tanto para la interpretación como para el refinamiento de la técnica composicional, a través de disciplinas como la armonía, el contrapunto, las formas y el análisis musical, etcétera. Bernal Jiménez fue también editor y fundador de la Revista de Cultura Sacro Musical Schola Cantorum, en ella cultivó fecundamente la crítica y el periodismo musical.

Teniendo en cuenta la elevada pluralidad curricular de Miguel Bernal Jiménez, este texto se enfoca en su trabajo como musicólogo, más concretamente al descubrimiento, estudio, catálogo y difusión de un tesoro virreinal inédito: El Archivo Musical del Colegio de Santa Rosa María de Valladolid, siglo XVIII. A más de ocho décadas de distancia de las primeras publicaciones de Bernal sobre este fondo documental, es relevante valorar su visionario aporte e impacto, tanto en su tiempo como en el nuestro. 


Hallazgo de un tesoro musical


Miguel Bernal Jiménez fue pionero en publicar estudios de musicología e investigación de la música virreinal, quien forjó 

la estrambótica inclinación por las hojas carcomidas y amarillentas, olorosas a longevidad” [1]BERNAL JIMÉNEZ, Miguel (3er Trimestre 1951), “La música en Valladolid de Michoacán”, Nuestra Música, 23, p. 153. 

y la pasión por los descubrimientos durante las clases de Musicología Paleográfica que le fueron impartidas por el maestro Raffaele Casimiri (*1880; †1943), experto estudioso y editor de la obra de Palestrina. [2]Cfr. GIANTURCO, Carolyn; y GIALDRONI, Teresa M. (2001), “Casimiri, Raffaele”, The New Grove Dictionary of Music and Musicians, Nueva York, Oxford University Press, pp. 238-239. Dichas lecciones tuvieron lugar en el prestigioso Instituto Pontificio de Música Sagrada de Roma, en el que estuvo inscrito desde 1928 hasta 1933, y obtuvo tres diplomas correspondientes a los magisterios en Canto Gregoriano, órgano y composición, respectivamente. [3]Cfr. Díaz Núñez, Lorena (2003), Como un eco lejano… La vida de Miguel Bernal Jiménez, México: CONACULTA, pp. 41-68. Bernal Jiménez compartió interesantes anécdotas relacionadas con el descubrimiento del Archivo Musical del Colegio de Santa Rosa y fueron publicadas en diferentes momentos, la siguiente relata, en propia voz, su primer acercamiento con los atesorados papeles pautados:

Entre los últimos recuerdos de nuestra adolescencia está el de aquella mañana en que, curiosos y traviesos, trepamos al antecoro de la iglesia de Las Rosas y allí, entre trozos de esculturas de Santos, polvosos ramos de flores artificiales, muebles en desuso y libros hacinados, toparon nuestras manos con unos viejos papeles de música que por incomprensibles llamaron nuestra atención ¡Qué extraña manera de escribir música!, nos dijimos mientras sacudíamos el polvo que se nos había venido encima, como mastín celoso, castigando nuestra ociosa intrusión.” [4]Esta anécdota fue recogida de las notas al programa escritas por el propio Miguel Bernal Jiménez para la conmemoración del IV Centenario de la Fundación de Morelia, bajo el patrocinio de Rotary International. El concierto Morelia Colonial se llevó a cabo el 3 de … Leer más

Imagen 1 | Detalle. Parte de Tenor del Coro 1º del villancico A Belén esta noche, de Moratilla.

A su regreso de Roma, corrió (al Templo de las Rosas) a buscar aquellos papeles: ahí estaban, nadie los había tocado. Con desmesurada alegría, Miguel Bernal Jiménez da cuenta de las primeras acciones realizadas con los manuscritos del archivo musical novohispano: 

Los recogimos con escrupulosa advertencia, dichosos de ponerlos a salvo. Y tiempo después, inaugurábamos un curso de Musicología en la Escuela Superior de Música Sagrada de Morelia. Allí, secundados entusiastamente por los alumnos que cursaban esa asignatura, empezamos la tarea, laboriosa, prolongada y paciente, de transcribir a notación moderna los viejos papeles. A medida que avanzaba el trabajo, trocábase nuestra curiosidad en admiración y entusiasmo al ir viendo aparecer en partitura verdaderas joyas musicales importantes no sólo por su antigüedad, sino sobre todo por el raro mérito de ellas, y no sólo valiosas por su contenido sino también por su significación histórica.” [5]Ídem.

Imagen 2 | Miguel Bernal Jiménez con sus alumnos

El sólido perfil académico y cultural de Miguel Bernal le permitió emprender varios procesos de la investigación en torno al archivo, uno de ellos fue compartir con Manuel M. Ponce y Jesús Estrada [6]Miguel Bernal Jiménez estableció una amistad estrecha con el ilustre compositor mexicano Manuel M. Ponce. Bernal dedicó el Cuarteto Colonial al maestro Ponce y a su esposa Clemita. En 1939 esta obra fue publicada como Cuarteto Virreinal por Ediciones Mexicanas de … Leer más algunos de los retos y problemas más difíciles de descifrar de la notación musical contenidas en los antiguos papeles de música y que dificultaban la transcripción. Entre 1937 y 1938, coordinó la fundación de la Sociedad Amigos de la Música que contaba con la participación de Ignacio Mier Arriaga, Salvador Guerrero Monge, Juan B. Fuentes, Daniel Ayala, Margarita Lagos de Ayala, Carmen de Sarduño, etcétera, la sociedad tenía como fundamental empresa: “… reivindicar el arte excelso difundiendo conciertos y conservando en Morelia el refinamiento en el gusto artístico musical”. [7]“Amigos de la música: amigos de la cultura”, El Heraldo Michoacano, Morelia, 2 de septiembre de 1938, p. 4, Apud.  Díaz Núñez, Lorena, op. cit., p. 76

El año de 1939 fue para Bernal Jiménez muy prolífico, fundó la revista Schola Cantorum siendo su editor de manera vitalicia, además de asiduo escritor de artículos y ensayos bajo su firma o la de alguno de sus numerosos pseudónimos. Una de las secciones más interesantes de la revista, a los propósitos de este texto, fue la de Musicología, caracterizada por la publicación de temas de investigación inéditos. En el mes de febrero de 1939, escribió el primer artículo de esa sección titulado: Aficiones raras, [8]Mouse, M. [seud. de Miguel Bernal Jiménez], (Febrero, 1939). “Aficiones raras”. Schola Cantorum. Morelia, año 1, número 2: pp. 33-36 bajo la audaz firma de su pseudónimo M. Mouse, o el ratón de biblioteca, en éste trató, por vez primera, sobre el Colegio de Santa Rosa y proporcionó un esbozo del contenido de su archivo musical de la manera siguiente: 

Desde luego conviene apuntar que las obras ahí comprendidas son, en su mayoría, de música de coro con acompañamiento instrumental y de índole religiosa. Misas, motetes, himnos, villancicos, coloquios. Composiciones puramente instrumentales y profanas son muy contadas. Se encuentran también una que otra obra didáctica. En segundo lugar, el monto del archivo no es despreciable. No podría decir con precisión el número de obras que contiene; pero pienso que seguramente pasan de cien. Finalmente, perdóneseme que no diga el nombre de la iglesia a que pertenece, ni el lugar donde ésta se encuentra. Las razones que me obligan a omitir este dato no son difíciles de imaginar.” [9]Idem.

Imagen 3 | Portada del primer número de la Revista Schola Catorum

Un aspecto llamativo, desde la óptica musicológica, de este breve pero sustancioso artículo de cuatro páginas es la escrupulosa descripción de la fuente musical que hace su autor, misma que se acompaña del análisis de los recursos poéticos y musicales del villancico Dos licenciados gorrones del compositor Moratilla. Cabe apuntar la acertada propuesta de incluir un detalle facsimilar, con cuatro sistemas de música, de la sección del estribillo, correspondiente a la parte de Tenor de primer coro. Luego, suscribe el título de la composición en forma diplomática como sigue a continuación: Villancico a 6 — al nacimiento de Christo | Nuestro Señor. | Dos Licenciados Gorrones &.| Moratilla. | 1729. Concluye el artículo con la reproducción íntegra del texto literario, en forma de poema, del villancico, indicando las secciones: Introducción, Estribillo y Coplas, cada una de ellas con una descripción precisa de las intervenciones a dúo, a coro o solistas. En esta entrega se asoman ciertos atrevimientos en la redacción que no son característicos de Bernal Jiménez sino de un pícaro ratón de biblioteca.

Dos meses después, en el número 4 de Schola Cantorum, correspondiente al mes de Abril de 1939, reaparece M. Mouse con otro artículo de la sección Musicología titulado Un segundo villancico de Moratilla (1723), se trata del Dúo al nacimiento de Cristo: Ha negliyo, análogamente al caso de Dos licenciados gorrones, el artículo reproduce el texto completo del villancico distribuyendo la participación de las voces, individualmente y en dúo a través de las secciones Estribillo y Coplas, y se aproxima al carácter literario de tipo “jeringozo” que remite en cierta forma, según M. Mouse, a los villancicos de sor Juana Inés de la Cruz “… quien gustaba de ir en esta forma, hacia el pueblo, de confundirse con él y de transformarse en su verbo, como observa su mejor biógrafo y admirador de la poetisa, don Ezequiel A. Chávez”. [10]Mouse, M. [seud. de Miguel Bernal Jiménez], (Abril, 1939). “Un segundo villancico de Moratilla (1723)”. Schola Cantorum. Morelia, año 1, número 4: p. 10

Considerando el árido estado en que se encontraba la investigación sobre los aspectos poético-musicales de los villancicos en el México de la década de 1930, Miguel Bernal Jiménez, bajo la ingeniosa y provocativa pluma de M. Mouse, abre la posibilidad de que los textos de los villancicos, puestos en música por Moratilla, pudieran corresponder a sor Juana cuando menciona:

Imagen 4 | Detalle del encabezado de la sección Musicología del número 4 de la Revista Schola Cantorum.

¡Qué bien retrata una tal pluralidad de acentos el abigarrado y típico conjunto del México colonial y el común concurso a esta fiesta de alegría, a esta fiesta de todos, que es la navidad! ¿Fue Sor Juana la primera en explotar este floklore? ¿Son de ella esos textos de los villancicos de Moratilla? Sólo el insigne sor juanista podría respondernos”. [11]Idem.

El autor del artículo acentúa la incógnita que envuelve la figura del compositor Moratilla y reconoce no tener respuesta, no obstante, se encarga de analizar la relación del texto y la música de este dúo, además de comparar el carácter y recursos contrastantes con los que fueron compuestos ambos villancicos. Es además muy interesante mostrar los criterios que fueron utilizados por Mouse-Bernal para describir y explicar los recursos composicionales de Moratilla, y con qué criterios realizaría las transcripciones de esta música que, lamentablemente, nunca fueron publicadas.

Es de admirar cómo este autor sabe adaptarse en su estilo musical al estilo literario que le inspira. En los Dos licenciados Gorrones el lenguaje musical es docto como que habla gente leída gente de Universidad. La respuesta: Domine Petrus al saludo: Domine Lucas es una verdadera respuesta escolástica con su mutación y todo, una respuesta tonal: [12]Ibidem, p. 11

Imagen 5 | Detalle del comienzo del estribillo del villancico Dos licenciados Gorrones de F. Moratilla. La reproducción de este fragmento está basada en el publicado por M. Mouse (M. Bernal).

Extracto del estribillo del villancico Dos licenciados gorrones, de F. Moratilla, en la interpretación de
Andrew Lawrence King y el Ensamble Turulunegro. Voces solistas: Daniel Cornejo y Cory Arteaga


Remarca el autor que hasta el final prevalece el estilo contrapuntístico e imitativo, a la par que burlón, contrario al estilo exótico del Dúo Ha negliyo cuyo texto insiste en la palabra “sonsonetiyo” que despliega adorable gracia en el ritmo y sabor popular en los giros melódicos que “adhiere a la ingenuidad, toda la miel y leche, del efusivo estribillo”.

Imagen 6 | Detalle de Ha negliyo de F. Moratilla que refleja el humorismo y carácter popular del villancico. La reproducción de este fragmento está basada en el publicado por M. Mouse (Miguel Bernal).

En este segundo artículo el autor vuelve a reproducir completo todo el texto literario del villancico.

En el mes de junio de 1939 salió el sexto número de la misma revista cuya sección Musicología contiene el artículo titulado El Archivo Musical del Colegio de Santa Rosa María de Valladolid. (Siglo XVIII). Morelia Colonial, pero esta vez firmado por Miguel Bernal Jiménez, es decir, en esta ocasión el autor decide revelar la identidad del archivo en cuestión, su ubicación, además de valiosos datos sobre la historia y estructura del colegio.

Imagen 7 | Parte de tiple 1 del villancico a los Dolores de María: Al monte suspiros, compuesto por Francisco Xavier Ortiz de Alcalá

Al monte suspiros | Versión arreglada y dirigida por Craig H. Russell
Interpreta el ensamble Ramo de Rosas, bajo la dirección del propio Russell


De manera sorpresiva, decide hacer a un lado el pseudónimo M. Mouse, utilizado en los dos artículos anteriores, por lo tanto, utiliza una prosa más seria y refinada que la del ratón de biblioteca, no obstante, destaca la solidez científica de su investigación, cuyo aparato crítico está conformado de numerosas fuentes de primera mano y la incorporación de predilectas imágenes facsimilares debidamente citadas y referenciadas, con firmas autógrafas de personajes determinantes en la historia del colegio como la de su superintendente Francisco Xavier Vélez de Guevara, Fr. Antonio de San Miguel, o el obispo Martin de Elizacoechea, etc. Así también, se publicaron detalles facsimilares de páginas de música. [13]Cfr. Bernal Jiménez, Miguel (Junio, 1939). ”El Archivo Musical del Colegio de Santa Rosa de Santa María de Valladolid. (Siglo XVIII). Morelia Colonial”, en Schola Cantorum. Morelia, año 1, número 6: pp. 12-22 Posiblemente, el cambio en el nombre de autor se deba a que, para la fecha de publicación de este artículo, Bernal acababa de presentar en concierto una selección de obras de este archivo. [14]Tal vez, mientras Bernal Jiménez iba preparando el montaje de dicho concierto, aprovechó el trabajo de transcripción y análisis de las obras para presentarlos como novedades en la revista Schola Cantorum y se valió del pseudónimo para mantener importantes … Leer más

Vale la pena profundizar en el impacto social y cultural que pudo tener un concierto absolutamente único, sin ningún tipo de precedente, fuera del contexto de cualquier cartelera artística del México de aquella década. El programa de mano indica que el martes 30 de mayo de 1939, a las 21:00 horas, la Sociedad Amigos de la Música presentó, en el Teatro Ocampo de la capital michoacana, el X Concierto Reglamentario titulado Morelia Colonial, con repertorio del Archivo de Música del Colegio de Santa Rosa, de autores como: Francisco Moratilla, Antonio Sarrier, Antonio Rodil y algunos autores anónimos. La dirección artística del concierto corrió a cargo de Miguel Bernal, con las voces solistas de Margarita Lagos de Ayala, Ignacia Alvizu, Ignacio Magaña y Juan Fernández, los coros de la Escuela Popular de Música y Amigos de la Música. Es preciso destacar la participación de notables músicos foráneos como el guitarrista Renán Cárdenas Pinelo, para la interpretación de dos sonatas para guitarra de autor anónimo, y la de J. Jesús Estrada en el clave. 

Es de destacar que para esa época Miguel Bernal tenía 29 años, no obstante, cultivó una visión innovadora, como editor de una revista musical, como musicólogo e investigador que trabaja las fuentes de primera mano, que hace trabajo de transcripción paleográfica musical, y que activará su faceta de intérprete para hacer sonar un repertorio exquisito e inédito, pero también debe reconocerse como un excelente gestor cultural, capaz de recaudar eficientemente fondos económicos federales, estatales y municipales, con la colaboración de las principales instituciones académicas y culturales de Morelia, para emprender la realización de un evento sin precedentes.

El concierto generó inquietantes resonancias antes y después de su realización. Bernal se encargó de invitar a los principales críticos musicales de la prensa nacional, entre ellos el prestigioso columnista del periódico Excelsior: Gerónimo Baqueiro Foster. Las notas del crítico relatan el ambiente social que se respiraba:

Circunscribiéndonos al concierto y su programa, diremos que en Morelia no se hablaba de otra cosa a nuestra llegada. El entusiasmo por oír la música que se cantaba y tocaba en Santa María de Valladolid hacía dos siglos era general.” [15]Baquerio Foster, Gerónimo (1939), Música mexicana del siglo XVIII en el Teatro Ocampo de Morelia en Por el Mundo de la MúsicaExcelsior, segunda sección, 30.05.1939.

Evidentemente, Miguel Bernal Jiménez tenía claro que la mejor manera de dejar testimonio documental, de un evento tan trascendente, era tener a la crítica especializada del país invitada días antes del concierto, en torno a ello Baqueiro Foster apunta:

Especialmente invitados ¡Con cuanto gusto! Asistimos a cuatro ensayos hechos por Bernal con coros y orquesta.” [16]Ídem.

Gerónimo Baqueiro Foster

La reseña sobre el concierto escrita por el afamado crítico musical del Excelsior revela algunos detalles muy interesantes:

Jesús Estrada tocó junto a uno de los jóvenes michoacanos que es necesario que la capital conozca, el piano improvisado en clave, en curiosa adaptación…” [17]Ídem. Tomando en cuenta el estado de la investigación musicológica en el México de la tercera década del siglo XX.

Esta aclaración de Baqueiro Foster sobre la adaptación aplicada a un pianoforte para conseguir una sonoridad similar a la de un clavecín resulta, particularmente, interesante.

La siguiente publicación impresa de Miguel Bernal Jiménez sobre este tema, resultó ser homónima a la tercera entrega de la sección Musicología de la revista Schola Cantorum, pero esta vez no fue una publicación de tipo hemerográfica, sino como una breve monografía en un solo volumen [18]Bernal Jiménez, Miguel (1939), El Archivo Musical del Colegio de Santa Rosa María de Valladolid. Siglo XVIII. Morelia Colonial, Morelia: Sociedad Amigos de la Música; Ediciones de la Universidad Michoacana de San Nicolás. 45pp. en la que aglutinó los contenidos de los tres artículos previamente publicados en la revista, aunque en diferente orden:

Esta monografía está dividida básicamente en tres partes. Primeramente, un contexto histórico de la ciudad de Valladolid de Michoacán en el siglo XVIII (íntegramente tomada del número 6 de Schola Cantorum, salvo por la omisión de algunas imágenes facsimilares) donde, como se mencionó arriba, el autor presenta detalles de la fundación del Colegio de Santa Rosa, así como de las funciones y actividades principales que desempeñaban las colegialas. De ahí, el musicólogo michoacano destaca los aspectos musicales, la fundación de la “escoleta” de música, bajo la orden de Francisco Xavier Vélez de Guevara, y logra un primer acercamiento hacia algunos de los compositores representados en su archivo musical. Se percibe en la investigación de Bernal el uso de fuentes de primera mano, es decir, la mayor parte de las referencias citadas son materiales de archivo, además de algunas de tipo bibliográfica.”

Una segunda sección, inédita hasta ese momento, consiste en la presentación del programa del ya referido recital del 30 de mayo de 1939. [19]Ibidem,p. 17. Uno de los aspectos que hace suponer que la monografía fue publicada con posterioridad al tercer artículo de Schola Cantorum es, por un lado, que aquí se publica el programa con la fecha en que se celebra el concierto que es el 30 mayo de 1939, y, por … Leer más El programa se inició con Dos Sonatas para guitarra, una en Mi Mayor y otra en Sol Mayor, ambas de autor anónimo. Éstas fueron interpretadas por el guitarrista Renán Cárdenas. La parte central estuvo integrada por obras de corte vocal: dos villancicos: Hanegliyo y Dos licenciados gorrones, de Francisco Moratilla, así como la “Cantada de Nochebuena”: Vengan, vengan, pastores amantes. Se reservaron para el final un par de Oberturas, una, de Antonio Rodil, y otra, de Antonio Sarrier, ambas escritas en tres movimientos. Estas oberturas llamaron poderosamente la atención de Bernal y le hicieron estimar que se trataba de “pequeñas sinfonías, dadas su estructura e importancia”. [20]Ibidem, p. 24. Se publicaron también algunas imágenes facsimilares que, lamentablemente, hoy en día representan el único acercamiento visual a estas obras. [21]Más adelante se establecerá con más detalle el estado actual del archivo MEX-MOcr, pero puede señalarse ahora que el total de las obras que se incluyeron en este recital se han perdido y no forman parte física del archivo en la actualidad, y desde, al menos, las … Leer más Participaron en el trabajo de organización, transcripción, montaje y preparación del concierto el presbítero José María Villaseñor, los maestros Manuel M. Ponce, J. Jesús Estrada y algunos discípulos de Miguel Bernal, como Paulino Paredes, Salvador Carvajal, Domingo Lobato, Nicolás Rico y Epifanio Aguilera. [22]BERNAL JIMÉNEZ, Miguel (1939), op. cit, p. 16.


Antonio Sarrier: Sinfonía en Re mayor
Swedish Chamber Orchestra
Ronald Zollman

I. Obertura: Allegro vivo

II. Andante

III. Fuga Allegro


Finalmente, concluye el estudio con la presentación del Catálogo de obras contenidas en el archivo. Dicho catálogo contiene tres secciones generales: Obras religiosas completas (64); Obras religiosas incompletas (84); y Obras profanas (10). En cuanto a los campos catalográficos y de descripción de cada obra, se distribuyeron en cinco columnas, correspondientes a: Autor, Fecha, Especificaciones, Título, e Indicaciones especiales.

Imagen 8. Primera página del Catálogo del Archivo Musical elaborado por Miguel Bernal Jiménez en 1939.[23]ibídem p. 37

En términos generales puede notarse en la publicación de Bernal una visión tan propositiva como su multifacético perfil, es decir, Bernal entrega un estudio producto de la revisión documental, característico de la musicología histórica, tanto por el trabajo de paleografía y transcripción de actas como por el de las obras musicales del siglo XVIII. Por otra parte, la valoración analítica aplicada al repertorio seleccionado para el recital, que fue publicada a manera de “Notas Ilustrativas”, denota la visión de la musicología sistemática. [24]Los conceptos de Musicología Histórica y Musicología Sistemática, respectivamente fueron dados a conocer por Guido Adler (*1855; †1941) en su obra Umfang, Methode und Ziel der Musikwissenschaft (1885). Considero que el enfoque con el que Bernal Jiménez estudia … Leer más 

Pero Bernal fue, además, un músico activo, como compositor, organista, director coral y orquestal, por lo que no resulta extraño que haya tenido la visión de hacer sonar esta música en aquel sorprendente recital. La intención de concluir su monografía con una lista catalográfica de las obras conservadas en este fondo resulta totalmente innovadora para su época. Aunque los estándares y alcances de la investigación musicológica de nuestros días, y, por lo tanto, del desarrollo de la catalogación de fuentes musicales, como lo promueve el Répertoire International des Sources Musicales, RISM, ha superado notablemente el catálogo de Bernal de 1939, no empaña el hecho de que su trabajo antecedió a la fundación del RISM en cerca de trece años.

Referencias

Referencias
1 BERNAL JIMÉNEZ, Miguel (3er Trimestre 1951), “La música en Valladolid de Michoacán”, Nuestra Música, 23, p. 153.
2 Cfr. GIANTURCO, Carolyn; y GIALDRONI, Teresa M. (2001), “Casimiri, Raffaele”, The New Grove Dictionary of Music and Musicians, Nueva York, Oxford University Press, pp. 238-239.
3 Cfr. Díaz Núñez, Lorena (2003), Como un eco lejano… La vida de Miguel Bernal Jiménez, México: CONACULTA, pp. 41-68.
4 Esta anécdota fue recogida de las notas al programa escritas por el propio Miguel Bernal Jiménez para la conmemoración del IV Centenario de la Fundación de Morelia, bajo el patrocinio de Rotary International. El concierto Morelia Colonial se llevó a cabo el 3 de mayo de 1941 a las 21:00 horas en el teatro Ocampo de la capital michoacana bajo la dirección de Bernal.
5, 16 Ídem.
6 Miguel Bernal Jiménez estableció una amistad estrecha con el ilustre compositor mexicano Manuel M. Ponce. Bernal dedicó el Cuarteto Colonial al maestro Ponce y a su esposa Clemita. En 1939 esta obra fue publicada como Cuarteto Virreinal por Ediciones Mexicanas de Música. En el caso del organista y musicólogo Jesús Estrada la relación amistosa se remonta a los años de estudio en Roma. Los dos célebres personajes compartían con Bernal el interés por la música novohispana. Cfr. Díaz Núñez, Lorena, op. cit., pp. 72- 77
7 “Amigos de la música: amigos de la cultura”, El Heraldo Michoacano, Morelia, 2 de septiembre de 1938, p. 4, Apud.  Díaz Núñez, Lorena, op. cit., p. 76
8 Mouse, M. [seud. de Miguel Bernal Jiménez], (Febrero, 1939). “Aficiones raras”. Schola Cantorum. Morelia, año 1, número 2: pp. 33-36
9, 11 Idem.
10 Mouse, M. [seud. de Miguel Bernal Jiménez], (Abril, 1939). “Un segundo villancico de Moratilla (1723)”. Schola Cantorum. Morelia, año 1, número 4: p. 10
12 Ibidem, p. 11
13 Cfr. Bernal Jiménez, Miguel (Junio, 1939). ”El Archivo Musical del Colegio de Santa Rosa de Santa María de Valladolid. (Siglo XVIII). Morelia Colonial”, en Schola Cantorum. Morelia, año 1, número 6: pp. 12-22
14 Tal vez, mientras Bernal Jiménez iba preparando el montaje de dicho concierto, aprovechó el trabajo de transcripción y análisis de las obras para presentarlos como novedades en la revista Schola Cantorum y se valió del pseudónimo para mantener importantes incógnitas hasta el día del concierto.
15 Baquerio Foster, Gerónimo (1939), Música mexicana del siglo XVIII en el Teatro Ocampo de Morelia en Por el Mundo de la MúsicaExcelsior, segunda sección, 30.05.1939.
17 Ídem. Tomando en cuenta el estado de la investigación musicológica en el México de la tercera década del siglo XX.
18 Bernal Jiménez, Miguel (1939), El Archivo Musical del Colegio de Santa Rosa María de Valladolid. Siglo XVIII. Morelia Colonial, Morelia: Sociedad Amigos de la Música; Ediciones de la Universidad Michoacana de San Nicolás. 45pp.
19 Ibidem,p. 17. Uno de los aspectos que hace suponer que la monografía fue publicada con posterioridad al tercer artículo de Schola Cantorum es, por un lado, que aquí se publica el programa con la fecha en que se celebra el concierto que es el 30 mayo de 1939, y, por el otro, porque aquí se incluye el catálogo mismo que fue completamente novedoso y en los artículos de la revista no se había adelantado este contenido.
20 Ibidem, p. 24.
21 Más adelante se establecerá con más detalle el estado actual del archivo MEX-MOcr, pero puede señalarse ahora que el total de las obras que se incluyeron en este recital se han perdido y no forman parte física del archivo en la actualidad, y desde, al menos, las últimas tres décadas.
22 BERNAL JIMÉNEZ, Miguel (1939), op. cit, p. 16.
23 ibídem p. 37
24 Los conceptos de Musicología Histórica y Musicología Sistemática, respectivamente fueron dados a conocer por Guido Adler (*1855; †1941) en su obra Umfang, Methode und Ziel der Musikwissenschaft (1885). Considero que el enfoque con el que Bernal Jiménez estudia al Colegio de Santa Rosa y su archivo musical encaja perfectamente con la famosa taxonomía de Adler.

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